El Estado ve muy difícil trasladar el tren al interior del Maresme y apuesta por reforzar la línea

El traslado de la línea de tren al interior del Maresme es una demanda que tiene cada vez más adeptos, desde el colegio de geólogos hasta alcaldes de la comarca, ante los estragos que el cambio climático provocan en el actual trazado a primera línea de la costa de la línea R1 de Cercanías. Pero es un proyecto que difícilmente se hará realidad, puesto que el Estado español lo ve muy difícil a nivel técnico y también económico. El gobierno español lo deja en segundo término, ya que que prioriza las inversiones a los puntos más vulnerables de la línea para poder seguir prestando servicio con seguridad y garantías manteniendo el recorrido vigente.

"No hay ningún proyecto que lo defina, nadie sabe de que estamos hablante"

El Secretario General de Infraestructuras, Xavier Flores, se ha reunido este viernes, día 13, con los alcaldes del Maresme al Consejo Comarcal, para buscar soluciones conjuntas en los diferentes problemas que sufre el tren del Maresme y de las inversiones necesarias para hacer frente, así como sobre el posible traslado de la línea en el interior. Sobre este último punto, Flores ha sido bastante tajante. "No hay ningún proyecto técnico que lo defina, nadie sabe de que estamos hablando en realidad", ha espetado, para añadir que se trataría de una inversión "de miles de millones de euros" para resolver dificultades técnicas importantes en una comarca muy urbanizada y orográficamente compleja. Flores ha recordado que el tren no es el único elemento afectado por el cambio climático, y que el posible traslado de infraestructuras de la costa en el interior tendría que hacerse desde un "debate global".

Se hará un estudio para analizar los puntos más vulnerables del trazado actual

Con el traslado en el interior prácticamente descartado a la práctica, el Estado quiere concentrarse en actuaciones a corto plazo que considera más viables y eficientes. Desde el Ministerio de Transporte y Movilidad se considera que la obra realizada por Adif entre Mataró y Cabrera, donde se ha reforzado el rompeolas de contención, ha sido un éxito que ha acabado con las incidencias que sufría el tren en este ámbito por el impacto de las olas durante las llevantades. Un proyecto similar se llevará a cabo en Santa Susanna, donde el mes de marzo un nuevo temporal se comió las vías. El Estado se ha comprometido a realizar un estudio en el plazo de un año o un año y medio para identificar otros puntos vulnerables de la R1 a su paso del Maresme, para llevar a cabo actuaciones del mismo tipo.

"Nuestra responsabilidad es que mañana los usuarios puedan usar el tren con seguridad, y nos hace falta dimensionar las soluciones que puedan permitirlo. Otros debates nos despistan de nuestro objetivo actual", ha afirmado Flores, remachando sobre la poca idoneidad que, según él, tiene exigir ahora un traslado de la línea. El Maresme, por lo tanto, tendrá que conformarse durante las próximas décadas con mantener las vías a primera línea de la costa, esperando que las prometidas del Estado de inversiones para protegerla sean realidad y vayan más allá de parches para protegerse de los temporales cada vez más frecuentes, de la desaparición de las playas y del aumento del nivel del mar, entre otros embates generados por el cambio climático.