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La vitamina D ayuda el cuerpo a absorber el calcio, que es uno de los principales componentes de los huesos. A banda, esta vitamina también juega un rol en el sistema nervioso, muscular e inmunitario. La vitamina D es, por lo tanto, de gran importancia para que nuestro organismo pueda ejecutar de forma correcta diferentes funciones.
La vitamina D se puede absorber de tres maneras: a través de la piel, de la dieta y de los suplementos. El cuerpo produce vitamina D naturalmente después de exponerse en la luz del sol. Pero demasiada exposición al sol puede ocasionar envejecimiento de la piel y cáncer de piel, por eso muchas personas buscan obtener su vitamina D otras fuentes.
Normalmente, la vitamina D solo se encuentra en alimentos de origen animal, destacando especialmente peces grasos, como el atún, la caballa o el salmón; hígado vacuno, queso, yema de huevo y marisco. Tenemos, pues, algunos alimentos que de manera natural contienen vitamina D. También se puede obtener esta vitamina directamente de alimentos fortificados, a los cuales a menudo se añade: leche, otros productos lácteos como el yogur, cereales de almorzar, zumo de naranja, bebidas de soja... La vitamina D es presente a muchos multivitamínics. También existen suplementos de vitamina D.
A la fruta y la verdura la vitamina D está escasa, pero el aguacate representa una excepción. Prácticamente es la única fruta que aporta este micronutrient y la podemos obtener fácilmente a cualquier supermercado. Por otro lado, el aguacate es rico en fibra, por lo cual previene el estreñimiento, equilibra los niveles de glucosa al organismo y ayuda a satisfacer la hambre. Además, el aguacate es una fruta que regula el colesterol, puesto que contiene ácido oleico.
En general, cómo decimos, las frutas y verduras no contienen vitamina D, puesto que no tienen grasas. Este micronutrient se encuentra principalmente en las grasas de los alimentos, normalmente de origen animal. Así pues, además del aguacate, que es una de las pocas frutas que presenta niveles altos de grasas, también podemos encontrar vitamina D en algunos tipos de setas. En este sentido, las setas tienen la misma capacidad del ser humano; pueden generar vitamina D debido a su exposición al sol. Determinados tipo de setas que necesitan la luz del sol para vivir generan vitamina D, por lo cual se convierten en un alimento rico en este micronutrient. Los champiñones serien el mejor ejemplo.
Fuentes: medlineplus.gov y revista.consumer.es
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