Qué es una recesión y por qué se teme tanto en un país

Estos últimos años, por motivos evidentes, nos hemos tenido que familiarizar con muchos conceptos económicos que quizás se nos hacen pesados o que, a pesar de esta necesidad de estar al día, no sabemos identificar y definir con precisión. Uno de estos conceptos es de la 'recesión'. Vilaweb recoge un artículo publicado originariamente a The Conversation donde Walid Hejazi, profesor de negocios internacionales de la Rotman School of Management de la Universidad de Toronto, y George Georgopoulos, profesor de la Universidad de York al Canadá, desarrollan el término.

Una recesión se define cómo dos trimestres sucesivos de crecimiento negativo del PIB, pero es esencialmente un periodo en el cual el crecimiento económico madriguera significativamente y la tasa de desocupación crece. Debido a la carencia de una definición precisa, no siempre todo el mundo está de acuerdo en el hecho que una economía esté en recesión.

Entre los economistas hay unanimidad a creer que, probablemente, habrá una recesión en 2023. Este pronóstico se explica en gran parte por la subida vigorosa de los tipos de interés por parte de los bancos centrales de todo el mundo para luchar contra la inflación. Las tasas de inflación, la tasa de aumento de los precios que pagamos por los bienes y servicios, han logrado niveles que no se habían visto en cuatro décadas. Las elevadas tasas de inflación afectan el poder adquisitivo y la gente tiene más dificultades para pagar los productos de primera necesidad, como por ejemplo víveres. La inflación también tiene un impacto negativo en la eficiencia económica porque causa una disminución general del crecimiento.

Cuando los tipos de interés suben es más difícil financiar la compra de activos más grandes, como por ejemplo coches, viviendas y vacaciones. El aumento de los tipos de interés hace que cualquier compra que requiera financiación sea más cara. Las deudas existentes con tipos de interés variable también aumentan.

Qué pasa durante una recesión?

Durante una recesión, las empresas se ven obligadas a reducir la contratación, despedir trabajadores y reducir la jornada laboral. Si llega una recesión, decenas de miles de trabajadores se quedarán sin trabajo o reducirán las horas.

Muchas de estas pérdidas de puestos de trabajo se concentrarán en el sector servicios, especialmente en las pequeñas empresas, donde los ingresos suelen ser más bajos y la ocupación es precaria. Una pérdida de ingresos significa que la gente tiene que recorrer a los ahorros, suponiendo que tengan, para pagar productos esenciales como por ejemplo comer, vivienda y transporte. Las posibles pérdidas de lugares de trabajo o la reducción de la jornada laboral son, por lo tanto, la consecuencia más importante de una recesión.

Fuente: vilaweb.cat