"En Rocafonda la gente tiene miedo a salir a la calle, y esto no puede ser"

"El barrio está fatal, peor que nunca". Más claramente no se puede expresar Abdessamad El Bakali, presidente de Al Ouahda, el associacio que gestiona el oratori musulmán de Rocafonda . Vecino del barrio mataroní desde hace muchos años, este catalán de origen marroquí las ha visto de todos colores a las calles donde vive, pero la oleada de robos y hurtos a peatones , a comercios y locales de estos últimos meses le genera una gran angustia. Algo con el que coincide plenamente Rafael Fernández, presidente de la Asociación de Vecinos del Barrio. "La gente tiene miedo a salir a la calle, y esto no puede ser". "Los vecinos del barrio, gente humilde y trabajadora, no se merece el que está pasando", añade El Bakali.

"Nos irrita mucho la impunidad de los ladrones, que entienden que no los pasará nunca nada"

Según el Ayuntamiento los delitos bajaron un 18,1% en Mataró durante el 2020, unos datos que a los vecinos de Rocafonda los resulta difícil congeniar con el que viven en sus calles, especialmente durante las últimas semanas. "En un mismo fin de semana de febrero tuvimos cuatro robos a residentes del barrio y reventaron varios locales", explica El Bakali. En uno de los casos, dos miembros de Al Ouahda consiguieron apresurar y retener el ladrón hasta que llegaron los Mossos d'Esquadra a la cabeza de media hora. "La mujer víctima del atraco no quiso presentar denuncia y de inmediato los policías lo soltaron, fue mucho desesperando", lamenta el presidente de la entidad. "esta impunidad irrita mucho, el chaval entiende que no le pasa nada y que lo puede intentar de nuevo a la siguiente esquina, y mientras tanto el barrio se tensiona y se genera un estado de alarma impresionante", remacha Fernàndez.

"La mayoría de ladronas son de fuera de la ciudad, y venden a Rocafonda porque aquí es fácil robar"

En el barrio tienen clarísimo quién son los que cometen estos hurtos, de donde vienen y cuál es su metodología. "Son gente de fuera de Mataró, algunos de ellos jóvenes extutelados, que se aprovechan de las facilidades que encuentran aquí para poder realizar sus hurtos", explica el presidente de la AV. Qué facilidades? Según los mismos vecinos, carencia de policías para hacer vigilancia preventiva, qie hay varios establecimientos donde los ladrones pueden revender los productos que acaban de robar, como por ejemplo teléfonos móviles o joyas; y toda la red de pisos ocupados que les da cobertura para almacenar las cosas hurtadas o, si lo necesitan, para pasar la noche. "Si todos sabemos en qué locales se pueden revender los productos hurtados, es incomprensible que la policía no haga nada", lamentan desde la entidad vecinal.

Los ladrones son muy jóvenes, extracomunitarios y en situación muy vulnerable

"Con esta red de apoyo de pisos ocupados y de locales donde vender las cosas, en un día atracan a tres o cuatro peatones y revientan cinco locales. Esto no pasa ni al Bronx!" se exclama El Bakali. Los autores de estos robos son muy jóvenes, extracomunitarios y en situación de mucha vulnerabilidad. "Que quede claro que los es igual a quien le pegan el palo, sea autóctono o recién llegado, hace poco le robaron el bolso y la compra a una mujer marroquí, y como su hijo los enganche, tendremos un problema grave", apunta el presidente de A el Ouahda. Esta sensación que los delincuentes son impunes, que denunciar no sirve para nada porque al cabo de unas horas vuelven a estar en la calle, está calentando mucho el ambiente en el barrio, y existe miedo que llegue el día que una víctima se tome la justicia por su cuenta. "Qué demonios tenemos que hacer? Ir armados? Poner un 'checkpoint' en las entradas del barrio? Nosotros somos activistas sociales, no policías, pero cómo podemos tolerar que los padres tengan que dejar su negocio cada tarde para acompañar la hija en casa porque tienen miedo que le pase nada?", constata El Bakali.

Ocupaciones y tráfico de drogas

En Rocafonda llueve sobre mojado. Esta oleada reciente de delitos se suma a la situación muy complicada que vive el barrio desde hace años, con problemas estructurales graves de paro, precariedad habitacional y deficiencias urbanísticas, segregación y fracaso escolar, carencia de perspectiva para los jóvenes y con una gran bolsa de población en riesgo de exclusión social. A todo esto se le añade la problemática de la ocupación de viviendas y locales de la mano de mafias organizadas que después los revenden o realquilan a familias vulnerables, habitualmente extracomunitarias; y del tráfico de drogas, muy visible en muchas esquinas del barrio. "Los ves allí, día y noche, sin dejar pasar los coches ni las personas grandes con el carrete de la compra. Qué hacen? Rezar seguro que no", ironiza El Bakali.

"Hace dos años dijimos 'basta' y nos manifestamos, pero hoy estamos peor todavía"

El año 2019 los vecinos y vecinas dijeron bastante y organizaron una manifestación donde se sumaron centenares de personas, de donde surgió espontáneamente un eslogan que desde entonces se han hecho suyo: "Rocafonda también es Mataró". "Algo que nos indigna mucho es mucha gente mujer por descontados todos estos robos, ocupaciones y problemas con las drogas porque pasan a Rocafonda o a Cerdanyola, ciudades sin ley, pero si esto pasa en el centro u otros barrios dentro del circuito de rondas, entonces ponemos el grito al cielo y todos a correr", lamenta el presidente del AVV de Rocafonda. Desde Al Ouahda se quedan parados cada vez que hay un macrooperativo policial contra los edificios ocupados en todo Mataró y obvian Rocafonda, donde hay edificios enteros ocupados desde hace más de una decena de años.

"Los jóvenes del barrio no tienen ningún perspetiva de futuro"

A raíz de aquella manifestación se estableció una mesa de diálogo con el Ayuntamiento, pero los vecinos lamentan que no ha servido para lograr grandes cosas. "Hay mucha cordialidad y muy buena comunicación, pero no hay resultados", afirma Fernández. El mismo presidente del AVV apunta que "la realidad es que dos años después de aquellas movilizaciones, el barrio está peor". Ante todo ello, reclaman que haya más presión policial para intentar echar estos delincuentes que han encontrado una auténtica mina en el barrio, pero consideran que los esfuerzos tienen que ir más allá. "No podemos limitarnos a tener más policía, hay que generar alternativas para los jóvenes del barrio que hoy en día no tienen ninguna esperanza de nada, ninguna perspectiva de futuro. El desamparo que sienten muchos jóvenes de este país es todavía mucho peor en un barrio como el nuestro con familias en situación muy vulnerable", resuelve Fernández. El Bakali se muestra preocupado "por los niños que está creciendo en nuestras calles, que ve por un lado a un pavo dando vueltas con un Jaguar por el barrio, y por la otra un pobre vecino con la espalda rota de trabajar en el campo de 6 de la mañana a 6 de la tarde y que no llega a finales de mes; con estos referentes, está claro qué camino elegirán".