Y el fantasma de Pellofa apareció en su propio Entierro…

Mira que va todo guionat y previsto, siempre siguiendo el mismo esquema, siempre obedientes al calendario. Pero a Mataró este 2023 ha habido poquitas cosas del Carnaval ritual además de la Rúa que hayan sido lo que habían sido siempre. Y el Enterrament de la Sardina fue la síntesis. Fuera convenciones por sorpresa y en lugar de testamento apareció el propio Pellofa en formato fantasmagórico. El muerto tomando la palabra al propio Entierro. En una película no lo comprarías pero está claro… era el Miércoles de Ceniza de Mataró.

La aparición fantasmagórica del espíritu de Pellofa apareció por sorpresa al final de un Entierro de la Sardina "rarillo, este año hay un cierto mal rollo" cómo dijo la presentadora del acto. El cachondeo iba del hecho que, sin haberlo visto en directo en la Santa Cena (suspendido este año) no se sabía del cierto si el Rey de los Tarambanas era muerto o no. En esta trama compareció la notaria y comunicó que no habría testamento porque no había podido ver al muerto. Y la Confraria de l'Enterrament cargó con bala contra Cultura y el Carnaval de este año.

No testamento contra la jugada de Cultura

El no testamento reprochó una fiesta y un Pellofa oficiales "de peña y vergonyeta" y criticó que el Ayuntamiento haya "echado de talonario para pagar el personal y han contratado un sabihondo que no sabe ni escribir un verso". Igualmente fueron críticos con el denominado 'Nuevo CCC' (el grupo instigador del pregón alternativo de viernes ) a quién dijo que solo habían hecho "uno paripé" y "una parodia de mofa". Sin testamento, el estribillo cantada por la gente que llenaba la pista del Parque Central cambió: "damos fe de esta estrofa, qué hemos hecho de Pellofa?".

Las críticas en el Ayuntamiento se concentraron en la figura del regidor Xesco Gomar, a quién reprocharon la ausencia y haber tomado "la pandemia como excusa para cambiar la tradición".

Aparición fantasmagórica

Acabado el no testamento y con el Parque esperando la cremación vino la aparición. El espíritu o fantasma de Pellofa aparecía de cuerpo presente. En el año que el Ayuntamiento quería acentuar el carácter infantil, hay canalla que fue a dormir muy asustada de ver de golpe a Pellofa, con voz de ultratumba, antes de morir del todo. El particular sermón de la montaña de este espíritu excepcional fue una enmienda a la totalidad de este Carnaval: al Pellofa del final del la Rúa y sus palabrotas, al nuevo CCC a quién reprochó "su festivalillo" y haber despotricar de las Momerotes y los Botargues (una de las derivadas 2.0 del sarao de este año). Y antes de que sus fuerzas perdieran como siempre, Pellofa (o su fantasma) acabaron dirigiéndose a los mataronins. "Os merecéis mucho más que esta mierda de salvapàtries, os merecéis un Pellofa de verdad".

Una danza poco visible

Cómo si la pirotecnia hubiera quedado tan descolocada como la propia concurrencia con este cambio de guion, a la hora de la verdad falló la cremación del cuerpo de Pellofa y la cosa quedó con una ráfaga de cohetes. Suficiente para desencadenar la aparición de la vellota y de las fuerzas cuaresmales que, cómo siempre, se imponen a los vicios del Carnaval por más bien que estos se emercin a bailar. El que pasa con la ubicación del Parque es que esta danza, de pie, lo acaban viendo bien cuatro filas de sillas y para de contar. Y hay críticas que se quejan, claro. Aquí es donde se añora la ágora o el anfiteatro que hacía la Plaza de la Muralla.

Por el resto, la nueva ubicación permite más público y hace alargar la pasa a las comitivas funebre y cuaresmal, Riera arriba la una y Riera abajo la otra. Ganada la partida por la cuaresma apareció la Vieja Cuaresma de este 2023, obra de Agàpit Borràs y la concurrencia la acompañó hasta la Pescadería donde hubo la hermandad habitual para conseguir buñuelos y vino caliente. Poco cachondeo con éstos, que desde el 2019 que no comíamos. Esto, de momento, nadie lo ha tocado.