Joan Salicrú

Un cura obrero adaptado a la realidad de su parroquia

Perfil de padre Manuel Seliva, rector de Maria Auxiliadora

Manuel Seliva y Ponce llegó a Maria Auxiliadora el 1993, procedente de la parroquia de Sant Llorenç de Terrassa, donde dejó huella. Cuando llegó a su nuevo destino se encontró una comunidad dividida; el fenómeno de las cofradías iba en aumento y el anterior rector no había sabido como acoger esta nueva realidad. Seliva, que en principio no era especialmente cercano a esta forma de vivir la fe, entendió enseguida que la realidad con qué tenía que trabajar era esta. Y se puso a pencar, que de perezoso no es. Se acercó, y poco a poco, fue comprendiendo el sentido de las procesiones y el mundo que las rodea. Ahora no es que sea un partidario acèrrim, pero ha conseguido que las procesiones estén integradas en la Semana Santa que promueve la Iglesia de Mataró. Y desde hace unos cuántos años, ha improvisado un final de fiesta por estas fechas en forma de misa de Pascua, donde asisten todos los representantes de las cofradías y germandats.

En este complicado año que ha vivido el barrio de Cerdanyola, Seliva no ha sido nunca ausente. Y se ha posicionado, una cosa siempre comprometida. Desde un primer momento dijo sí en las zonas azules que el gobierno socialista decidió poner en tres calles del barrio y que generaron una polémica sin precedentes. Y cuando, meses más tarde, se produjo el brote de legio-nel·la, Seliva reclamó también que se aclarara inmediatamente como se había producido. Después se lo pudo ver a primera línea de la manifestación que se hizo para pedir más seguridad sanitaria. Como la concentración contra la guerra en Irak. Tiene un carácter de miedo, ya se sabe, pero es siempre en todas partes. Cómo tiene que ser.

Perfil publicado al semanario 'La Hoja de Mataró' el mayo de 2003

Etiquetas: