Capgròs
Después de unas semanas de confinamiento donde hemos pasado por diferentes etapas de adaptación a la nueva situación, nuestra alimentación se encamina hacia buenos hábitos. Ya hay estudios que ha analizado el comportamiento de nuestras compras a los establecimientos de alimentación, y si las primeras semanas se compraba más alimentos procesados y snacks, ahora se opta por una cocina más tradicional, saludable y elaborada. Una tendencia que favorece que la población mantenga un buen estado de salud físico y mental a pesar de la situación.
Este cambio en los hábitos de consumo se ha producido debido a diferentes factores. Al inicio del confinamiento, parte de la población sufrió estrés o ansiedad en mayor o menor grado. Con el paso de las semanas, nos hemos adaptado a la nueva realidad y el cuerpo ya no pide este tipo de alimentos. Además, el sedentarismo está empezando a pasar factura y cada vez la población es más consciente de la importancia de seguir una dieta saludable durante el confinamiento por coronavirus.
Un tercer factor que influye en este cambio de hábitos es la disposición de tiempo para cocinar. Preparar nuevas recetas e involucrar en el proceso a diferentes miembros de la familia se ha convertido en una nueva actividad a muchos hogares. También se opta para hacer en casa los snacks o dulces que sustituyen a aquellos procesados que antes se consumían con más frecuencia.
Los expertos avisan que es esencial seguir una dieta equilibrada y saludable, puesto que el confinamiento no sólo puede afectar nuestro peso, sino que también puede agravar enfermedades previas. Así mismo, contar con una alimentación que refuerce el sistema inmunitario será importante en el supuesto de que en algún momento tengamos coronavirus y hàguem de hacer frente a la enfermedad.
Para seguir una dieta saludable se recomienda hacer la lista de la compra antes de salir de casa, optar por alimentos naturales y poco procesados y no tener al armario tentaciones que no son aconsejables para nuestra salud.
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