Las mascarillas que utilizan Pedro Sánchez y el Rey se fabrican en Vilassar de Mar

Las mascarillas que utiliza habitualmente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o el Rey Felip VI, con las cuales aparecen en todos los actos públicos, están producidas a Vilassar de Mar. Las crea Palens, una empresa dirigida por Óscar Palencia, que produce mascarillas FFP2 con doble filtro hecho de nanofibras, una particularidad que las diferencia del resto y que las ha convertido en las mascaretes "oficiales " del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

"Hemos desarrollado la primera FFP2 del Estado español que no depende de los filtros provenientes de China", explica Palencia. La clave de las mascaretes producidas en Vilassar es que su doble filtro está hecho con nanopartículas producidas por una empresa valenciana especializada en nanopartículas. Con este filtro, según Palencia, el portador de la mascarilla "puede respirar mejor que con el resto de FFP2, sin aquella sensación de ahogo, y a la vez está más protegido porque los filtros son más potentes".

Esto, según destaca, no se traduce en un precio más elevado, ya que las mascarillas se pueden comprar a un precio de entre 1,60 y 1,80 euros la unidad a las farmacias. Palencia explica que, a pesar de que la tecnología que usan es más avanzada, pueden ofrecer precios similares a la competencia porque no dependen de distribuidores chinos, de donde proviene la mayoría de la materia prima con la que se fabrican los filtros de FFP2.

La particularidad de estas mascaretes desarrolladas por Palens llamó la atención del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Desde el más de agosto pasado Palens es el proveedor oficial de este organismo público, algo que ha hecho que sus mascarillas lleguen a las más altas instancias. La presidencia del gobierno español, la Casa Real y otros políticos y cargos públicos las utilizan, puesto que los han sido facilitadas a través del CSIC.

Esta situación obligó la empresa vilassarenca a multiplicar su capacidad productiva. Hoy la planta maresmenca funciona las 24 horas al día, sin cesar ni durante la nochevieja. Cuentan con una plantilla de 110 trabajadores y llega a fabricar 80.000 mascaretes al día, llegando a los 2,5 millones de unidades mensuales. Cifras de vértigo que finos hace pocas semanas eran en exclusiva para el CSIC. El Consejo, pero, les ha dado permiso ahora para distribuir las mascaretes a otros organismos y al mercado libre. Esta semana, por ejemplo, Palens ha librado 15.000 unidades en el Hospital de Mataró, y también se pueden empezar a encontrar a las farmacias del país.

Esta historia de éxito es algo que Palencia y la empresa Palens nunca se habrían podido imaginar un año atrás. Palens estaba especializada en la fabricación de ojeras para ópticas. "Dependíamos mucho las empresas internacionales de este sector, y con la Covid se anularon todas las ferias, donde solíamos facturar entre el 40 y el 60 % del total de ventas cada año", explica el emprendedor vilassarenc. En plena crisis provocada por la pandemia, los proveedores de la empresa los ofrecieron maquinaria para fabricar mascaretes FFP2, y decidieron arriesgarse a hacer la inversión y adentrarse en este nuevo sector, una apuesta que ha sido absolutamente crucial y que ha dado unos resultados extraordinarios.