Escudo de manso para no tocar cosas de uso público.
Escudo de manso para no tocar cosas de uso público.

Unos catalanes inventan un escudo de manos por no tocar mobiliario de uso público

El objeto está fabricado con un tejido antivírico y puede servir para coger el carro de la compra, entre otros ejemplos de mobiliario.

Unos catalanes han patentado un escudo de manos para evitar el contacto directo con objetos y mobiliario de uso público. El invento, del cual ya se han confeccionado más de 20.000 unidades, pretende ser una herramienta más para prevenir el contagio de la covid-19. Entre las principales utilidades hay los agarraderos de los carros de la compra o las barras de sujeción del transporte público. Además, el escudo se limpia solo tan solo guardándolo en una bolsa específica, hecho de material antivírico y antibacterià. Ya se ha empezado a distribuir a diferentes puntos de Cataluña, del Estado, Italia, los Estados Unidos y China. Además, su creador, el masquefí Roger González, ha acordado con el Ayuntamiento de Masquefa regalar uno a todos los mayores de 65 años del municipio.

El creador del nuevo escudo, Roger González, tuvo la idea cuando, al inicio de la pandemia, se encontró con una "auténtica situación de caos" al ir al supermercado. "Nadie sabía como coger el carro, había gente que incluso lo empujaba con el codo", relata. Por eso, pensó que hacía falta una solución "más práctica". El masquefí, con la ayuda de dos socios más, Marc Torres i Annabel Medina, empezaron a hacer planos y diseños hasta que llegaron a la solución del escudo.

En colaboración con la empresa Smart Inovations l.d.a, especializada en nanotecnología, idearon un tejido similar al de la mascareta, antivírico y antibacterià, que no solo evita el contagio sino que, a la vez, sirve para limpiar la superficie sobre la cual se coloca. La lona con que está hecho el escudo lleva unos agarraderos que se colocan directamente en la superficie que se quiere sujetar y de este modo se evita el contacto de la piel con los objetos o el mobiliario urbano. Los impulsores de la iniciativa explican que el escudo se puede usar por tareas como por ejemplo desplazar el carro de la compra o cogerse a las barras de seguridad que hay a los transportes públicos como por ejemplo el autobús, el metro o el tren. Además, también han creado un escudo de manos de pequeño formato pensado para sujeciones más reducidas.

Las diferentes utilidades que han encontrado al producto han hecho que, en poco más de un mes, la nueva empresa, Handshield Mediterranean, hayan confeccionado ya más de 20.000 unidades y que incluso hayan despertado la curiosidad fuera de nuestras fronteras. Italia, China o los Estados Unidos son algunos de los países donde ya han empezado a exportar. A estas alturas se vende solo por Internet, pero la idea, avanza González, es que se pueda vender en tiendas específicas y grandes superficies.

Un producto sostenible

El producto también se caracteriza para buscar la sostenibilidad. Dispone de una bolsa, antivírica y antibacteriana, que permite limpiar el enser con tan solo guardarlo. Además, asegura el consejero delegado de Handshield Mediterranean, Marc Torres, se puede llegar a utilizar hasta 100 veces, un hecho que le da una larga vida útil.

Lugares de trabajo

Handshield Mediterranean está produciendo unas mil unidades diarias del nuevo enser , un hecho que hace que a estas alturas cuenten con una plantilla de unas diez personas. "Y no descartamos ampliar", asegura la presidenta del negocio, Annabel Medina. Y es que fuera de las tres modalidades de escudos de manos que han sacado al mercado, están cociendo un nuevo invento pensado por servicios como el de 'bicing'.

Regalo por los vecinos

Unas de las primeras personas que se beneficiarán del nuevo enser son los ancianos de Masquefa. La empresa ha firmado un acuerdo de colaboración con el consistorio anoienc para repartir, a principios de 2021, el escudo de manos a todos los mayores de 65 años. La voluntad, explica el creador, es posar su grano de arena para garantizar la seguridad de sus vecinos. "Cuánta más protección mejor", dice. Y es que a pesar de que reconoce que el nuevo negocio está teniendo una "muy buena recibimiento", tiene la esperanza que tenga "una vida corta, hecho que querrá decir que habremos ganado a la pandemia".

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