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El sol es una fuente de energía, de luz y de calor que la Tierra recibe todo el año. Es el gran motor de nuestro planeta, pero también una fuente de exposición a radiaciones ultravioleta (UV) para nosotros, los humanos. Durante el verano, la exposición a estas radiaciones aumenta, puesto que pasamos más tiempo al aire libre, a menudo con partes del cuerpo descubiertas. Esto puede inducir la aparición de pecas o nevus melanocítics.
Las pecas son lesiones benignas que se forman a partir de células que sintetizan el pigmento de la piel, denominadas melanocitos. Estas pecas pueden aparecer en cualquier momento de nuestra vida, pero es frecuente que se noten más durante el verano, cuando nuestra piel está más expuesta al sol. El solo puede aumentar la producción de melanina, el pigmento responsable de la coloración de la piel y los cabellos, y esta respuesta puede dar lugar a la formación de nuevas pecas o a la obscuriment de las existentes.
Sin embargo, es importante diferenciar entre las pecas que se encuentran presentes desde el nacimiento, denominadas nevus o pecas congénitas, y las que aparecen durante la infancia, la adolescencia o la edad adulta, que se consideran adquiridas. Las pecas adquiridas suelen cambiar lentamente a lo largo de los años, perdiendo pigmento y a menudo adquiriendo una superficie más rugosa.
Pecas y la exposición al sol
Si bien se considera que la aparición de las pecas es en gran parte genética, la exposición solar puede influir en el número de pecas que desarrolla un individuo. Por lo tanto, es particularmente importando protegerse del sol para prevenir la aparición de pecas.
Las pecas, son peligrosas?
Pero, son peligrosas las pecas? La respuesta es que normalmente no lo son. Las pecas son lesiones benignas de la piel que raramente se vuelven malignas. Sin embargo, en casos rarísimos, una peca puede transformarse en un tumor maligno conocido como melanoma. Este se puede desarrollar a partir de piel normal o de una peca que ha cambiado. Es importante detectar este cambio de manera precoz, puesto que un diagnóstico y tratamiento rápido puede aumentar significativamente las posibilidades de curación.
Esta es la razón por la cual es tan importante revisar regularmente las pecas y buscar ayuda médica si se notan cambios en su color, medida, forma o textura. Las pecas que se encuentran en áreas de fregadissa o difíciles de controlar, como la región genital, el cuero cabelludo o las plantas de los pies, pueden requerir una atención especial debido a que estas zonas pueden experimentar cambios inflamatoris o traumáticos que dificultan el seguimiento.
Por lo tanto, protégete del sol, revisa regularmente tu piel y no dudes a consultar a un profesional médico si tienes cualquier duda sobre tus pecas. El verano es un tiempo para disfrutar, no para preocuparse.
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