Más prebióticos y probióticos, menos adicción al alcohol

Una dieta rica en prebióticos y probióticos ayuda a reducir los efectos perjudiciales del consumo adictivo de alcohol, según un estudio en ratones del Grupo de investigación en Farmacología integrada y neurociència de sistemas del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas y del CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición. Se trata del primer estudio que establece una relación directa entre las bacterias que viven al intestino, el cerebro y la conducta adictiva.

En el estudio, un grupo de animales recibió durante semanas una suplementació con una mezcla de prebiòtics y probiòtics, un simbiótico, para estimular el crecimiento de bacterias beneficiosas a su intestino. El grupo de control recibió una alimentación convencional.

Después se sometió a todos los animales a una exposición intermitente al alcohol durante veinte días, alternando el consumo de alcohol con el de simbiótico o agua, en el caso del grupo control. Al acabar este periodo, se interrumpió el suministro de alcohol durante siete días, para ofrecerlos de nuevo y analizar si había recaída en el consumo.

Menos tendencia al alcohol

Los resultados de las pruebas demuestran que los animales que habían recibido prebiòtics y probiòtics presentaban una escalada menor en el consumo de alcohol. Además, la recaída después de la interrupción de la ingesta de alcohol era menor. La autora principal del trabajo, la doctora Patricia Robledo, apunta que los resultados muestran que la dieta rica en simbióticos puede prevenir una conducta adictiva relacionada con el consumo crónico de alcohol, puesto que su ingesta produce cambios a la microbiota intestinal y a determinados neurotransmisors del cerebro.

Mejoras en la depresión y la ansiedad

En paralelo, se sometió a los animales a estudios de conducta para mesurar las alteraciones asociadas a la adicción al alcohol, mostrando que las hembras sufrían depresión, ansiedad y alteraciones en la memoria, pero en menor grado en aquellas que habían viste reforzada su microbiota intestinal. Finalmente, se mesuraron neurotransmisors como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina al cerebro de los animales, comprobando como la corteza prefrontal y al hipocampo (áreas relacionadas con las conductas adictivas, la depresión, la ansiedad y la memoria), sus niveles se veían afectados de forma diferente en función del estado de la microbiota intestinal.

Por lo tanto, los investigadores afirman que se demostró que modulando la microbiota intestinal, se puede incidir sobre la conducta adictiva. El coordinador del grupo de investigación, el doctor Rafael de la Torre, ha alertado pero que una dieta rica en prebiòtic y probiòtic "no es una pastilla mágica contra la posibilidad de sufrir una conducta adictiva". Ha añadido que si se modula la microbiota intestinal, los cambios se pueden ver reflejados a nivel cerebral a medio y largo plazo pero "en ningún caso se puede considerar el simbiótico una especie de píldora del día siguiente para conductas adictivas".