Síndrome de fragilidad, qué es y por qué sucede
Síndrome de fragilidad, qué es y por qué sucede

Síndrome de fragilidad, qué es y por qué sucede

Explicamos de forma detallada qué es el síndrome de fragilidad y por qué sucede, además de síntomas que presenta y el estado actual de la investigación al respeto.

A medida que nos hacemos grandes empezamos a perder movilidad, agilidad y salud. Todavía no han encontrado una cura por el envejecimiento, pero siguen aparecen estudios en relación a este fenómeno y a otros derivados cómo el que hoy nos ocupa: el síndrome de fragilidad.

Se trata de una afección relacionada con las personas grandes que necesita un seguimiento de atención primaria para asegurar la seguridad de los pacientes y una calidad de vida digna. A continuación os explicamos el estado actual de la investigación de este síndrome de fragilidad.

Qué es el síndrome de fragilidad

"Es un síndrome geriàtrica que se caracteriza por la disminución de la capacidad del organismo para responder a los factores estressants externos provocando al individuo: riesgo de caídas, declive funcional, discapacitado, dependencia, institucionalización e incluso la muerte". Por este motivo, tiene un impacto importante en la funcionalidad y la calidad de vida de las personas. Estos son los principales síntomas que se han detectado cuando una persona sufre síndrome de fragilidad:

  • Debilidad continua y cansancio general
  • Pérdida de peso involuntaria (4.5 Kg. o más por año).
  • Bajo nivel de actividad física (menor de 400 calorías a la semana).
  • Velocidad de la marcha retardada
  • Escasa fuerza muscular

Concretamente, se considera que una persona está en una condición de pre-frágil si cumple uno o dos de estos criterios y está en una condición de frágil si cumple tres o más.

Por qué sucede?

En los estudios realizados para entender el porque de la aparición de esta fragilidad se ha descrito que suelen incrementarme las posibilidades de que aparezca cuando los pacientes sufren un ciclo negativo de malnutrición crónica, una disminución de la fuerza y de la tolerancia al ejercicio y una disminución del gasto energético total. En cuanto a las líneas actuales de investigación: muestran asociaciones de la fragilidad con pacientes obesos y de peso demasiado bajo o bien que sufran anemia. Por supuesto, cualquier elemento externo o interno cómo dolencias, depresión, caídas, vivir un acontecimiento vital mucho estresando o sufrir una reacción adversa en medicamentos puede activar este círculo vicioso o bien potenciarlo.

Es importante ser capaces de identificar el paciente frágil para comprender mejor su fisiopatología y encontrar formas de prevenir la aparición de esta fragilidad o bien o tratarla cuando exista. Todavía no hay tratamientos específicos disponibles, pero los estudios centrados en la materia avanzan para proponer una solución más efectiva que la que tenemos actualmente.

Así mismo, se entienden que las intervenciones dirigidas a frenar el riesgo de sufrir fragilidad no van por la vía de los medicamentos ni las operaciones sino que se centran en aspectos cómo mantener un peso estable y normal, hacer ejercicio, evitar la inactividad y derivados. Se puede conseguir gracias a la acción propia del paciente en cuestión o bien con la ayuda de familiares o médicos especialistas en la cura de personas grandes. Siempre con paciencia y atención.

Fuente: scielo

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