Cómo prevenir la deshidratación en niños: síntomas y actuac...
Cómo prevenir la deshidratación en niños: síntomas y actuac...

Redacción

Cómo prevenir la deshidratación en niños: síntomas y actuaciones

Los niños son más vulnerables a los efectos del sol y del calor, y no se puede bajar la guardia.

Durante las semanas de calor asfixiante toda persona en edad adulta, quien más quien menos, tiene sus secretos o sus herramientas para evitar los efectos más nocivos de las altas temperaturas. Los niños, pero, son más vulnerables por su propia fisiología y porque, evidentemente, no tienen la percepción del peligro o de los riesgos que cualquiera persona adulta mínimamente formada sí que tendría que tener. Con la ayuda de la página eresmama.com determinaremos cómo prevenir la deshidratación en niños, qué signos nos tendrían que alertar y cómo lo tendríamos que tratar en caso de que se produjera.

Cómo prevenir la deshidratación

Para prevenir la deshidratación hay que asegurarse que el niño consuma agua frecuentemente, principalmente en aquellos días de mucho calor. También en caso de estar cursando alguna dolencia que se manifieste con vómitos o diarreas, puesto que la reposición de líquidos por boca será parte del tratamiento. Si el niño se niega a beber líquidos porque experimenta alguna dolencia (por ejemplo, dolor de garganta o al abdomen), se le puede ofrecer analgèsic común, cómo el paracetamol o el ibuprofè. Sin embargo, ante esta situación será recomendable consultar a un especialista para descartar patologías más severas.

Los signos de la deshidratación en niños

Los principales factores de riesgo para la deshidratación en los niños son la diarrea, los vómitos, el calor, la sudoración en exceso y la imposibilidad de acceder al agua potable. Normalmente, cuando el niño se deshidrata puede manifestar los siguientes síntomas:

  • Boca seca.
  • Ausencia de lágrimas.
  • Ojos hundidos.
  • Reducción del volumen de la orina.
  • Piel seca.
  • Irritabilidad.
  • Somnolencia o mareos.

Cómo tratar la deshidratación

Es fundamental identificar la deshidratación de manera oportuna y así poder poner en marcha una adecuada estrategia de reposición de líquidos. Cuándo esto empieza en casa el riesgo que progrese a un cuadro severo es menor, y se reducen las opciones que el niño requiera asistencia hospitalaria. El líquido ideal para reposar las pérdidas en los niños es la solución de rehidratació oral, puesto que además de agua lleva sales minerales y azúcares en la cantidad justa. Este producto se puede adquirir a cualquier farmacia sin necesidad de receta y se tiene que ofrecer en un lapso de tiempo menor a 3 horas desde el inicio de las pérdidas.

Se recomienda empezar con volúmenes pequeños de forma repetida. Por ejemplo, de a 10 mililitros cada 2-3 minutos, normalmente con la ayuda de una jeringuilla. El objetivo será que el niño reciba alrededor de 250 mililitros en el lapso de una hora. Si el niño acepta bien las sales, el volumen se puede incrementar gradualmente. Es importante evitar los vómitos, sobre todo cuando la deshidratación es secundaria a una gastroenteritis. Hay que tener en cuenta que los bebés pueden mantener la lactancia materna durante el proceso de rehidratació, pero en el supuesto de que el niño reciba leche de fórmula habrá que reemplazarla por alguna fórmula especial para estos casos (cómo las parcialmente hidrolizadas).

Por otro lado, es importante evitar rehidratar un niño con agua mineral, zumos, refrescos o caldos puesto que este tipo de bebidas no tienen una proporción de sales minerales y azúcares apropiada para esta finalidad. Muchas veces podrían, incluso, empeorar los síntomas gastrointestinales. Es crucial identificar de forma temprana los signos de deshidratación y actuar el más bien posible. En caso contrario el cuadro podría progresar, haciendo necesario ir a urgencias para reposar líquidos por vía intravenosa.

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