Causas del mal de espaldas

El mal de espaldas es uno de los dolores más comunes que sufrimos los seres humanos. Todas las personas, o casi, pasarán por la experiencia de tener, como mínimo, un mal de espaldas a su vida. Esta dolencia supone una de las principales causas de absentismo laboral. Y es que varios estudios demuestran que al menos un golpe a la vida el 80-90 % de la población mundial tendrá que sufrir un dolor lumbar, frecuentemente entre los 20 y los 50 años.

Sus causas

El mal de espaldas que aparece de forma repentina y dura menos de seis semanas (agudo) puede ser consecuencia de una caída o para levantar un objeto pesado. El mal de espaldas que dura más de tres meses (crónico) es menos frecuente que el dolor agudo.

A menudo, el mal de espaldas se manifiesta sin una causa que el profesional sanitario pueda identificar con una prueba o un estudio de diagnóstico por imágenes. Los trastornos más frecuentes relacionados con el mal de espaldas son los siguientes:

• Presión muscular o en los ligamentos: levantar objetos pesados de forma repetida, o hacer un mal movimiento repentino, pueden ejercer presión sobre los músculos de la espalda y los ligamentos de la columna vertebral y causar espasmes musculares dolorosos.
• Protuberancia o hernia de disco: los discos intervertebrals son cada uno de las almohadillas que separan las vértebras. Funcionan cómo amortiguadores y permiten ligeros movimientos de las vértebras. Con el envejecimiento, el disco intervertebral puede perder fluido y secarse. Cuándo esto pasa, el disco se comprime.
• Artrosi: el artrosi puede afectar la zona y reducir el espacio que rodea la médula espinal, un trastorno que se denomina estenosi del conducto vertebral.
• Irregularidades óseas: las anomalías de la anatomía de la espalda, cómo la curvatura anormal de la columna (escoliosis), también pueden causar mal de espaldas.
• Osteoporosis: las vértebras de la columna vertebral pueden presentar fracturas por compresión cuando los huesos se vuelven porosos y frágiles.

Factores de riesgo del mal de espaldas

Cualquier persona puede tener mal de espaldas, incluso los niños y adolescentes. Algunos factores que aumentan el riesgo de tenerlo son: la edad, la falta de ejercicio, el exceso de peso o algunas dolencias. Las condiciones psicológicas también pueden jugar un rol; las personas propensas a la depresión y la ansiedad parecen tener un mayor riesgo de sufrir mal de espaldas. Además, el tabaquismo, cómo en tantas otras cosas, es nocivo. El tabaco reduce el flujo sanguíneo y, por lo tanto, evita que el organismo suministre suficientes nutrientes a los discos vertebrales. Fumar también retrasa los procesos de recuperación.

Fuente: clinicbarcelona.org