Capgròs
Son muchos los términos ingleses que hemos acabado incluyendo a nuestra lengua de forma directa o bien adaptada. Running o fitness son solo dos ejemplos que nos venden al cabo, pero también hay moles relacionados con el ámbito de la gastronomía y la restauración. Hoy nos centramos al estudiar el origen, evolución y características del brunch, una comida que se sitúa entre el almuerzo y la comida y que a buen seguro muchos habéis tomado sin ni siquiera saberlo.
Qué es el brunch?
Brunch es un término que surge de la combinación de los términos ingleses breakfast (almorzar) y lunch (comer). No es un detalle intrascendente, puesto que se trata de una comida situada entre estos dos mencionados. De hecho, para muchos es simplemente un almuerzo tardío o una comida temprana.
Su origen se remonta al Inglaterra de final de siglo XIX. Concretamente, proviene de la época en la que la gente apoderada daba libre el domingo a sus sirvientes y ellos aprovechaban el tiempo para preparar una gran variedad de platos para ser consumidos a lo largo de la mañana y la tarde.
Hoy en día podemos encontrar muchos restaurantes o cafeterías especializados en brunch, puesto que en los últimos años ha ganado en popularidad. Por supuesto, es trata de una práctica que podemos llevar a cabo desde casa, a pesar de que es probable que ya lo hacemos. Para daros algunas ideas, a continuación os ofrecemos una serie de recomendaciones y platos destacados del brunch.
Qué platos se acostumbran a comer a los brunch?
Normalmente el brunch está compuesto por platos salados, dulces y bebidas. Pueden variar en gran medida en función de nuestras preferencias, pero el ingrediente estrella suele ser el huevo en cualquier de sus formas: frito, pasado por agua, llevar, etc. Por otro lado, estas son algunas ideas de platos que podemos pedir a un local especializado o bien hacer en casa (puesto que son muy básicos, con ingredientes sencillos):
- Tostadas diversas con ingredientes que se pueden combinar entre ellos, cómo por ejemplo: tomate con óleo de oliva virgen extra, mantequilla y mermelada, embutidos como el jamón, quesos, salmón o aguacate. La mayoría de estas tostadas se coronan con huevo al gusto.
- Tortillas a la francesa: rellenadas con queso, otras variedades o solo con huevo.
- Huevos benedictins: con su salsa holandesa a base de mantequilla y zumo de limón.
- Quiches y cassoletes saladas: hechos con harina integral, por ejemplo.
- Otros platos salados: como bocadillos, hamburguesas, ensaladas, pastas, etc.
- Creps: elaboradas con harinas de trigo, arroz u otros ingredientes
- French toast: con miel y frutas como fresas y/o arándanos.
- Porridge de cereales o sémolas: acompañados de frutas, frutos secos o entonces y empolsats con canela o cacao en polvo.
- Bowls con yogur natural y toppings: frutas frescas o deshidratadas, cereales, entonces, frutos secos, mermeladas o confituras, etc.
- Pasteles, pan de pellizco, gofres y bollería.
- Bebidas calientes o frías: zumos naturales de frutas, batidos, smoothies, leche, cócteles, café, té, o bebidas vegetales.
Fuente: nomen
Comentarios