Capgròs
El listado de flores comestibles es enorme, algunas son tan comunes en nuestra dieta que ni siquiera nos damos cuenta que estamos comiendo flores, cómo por ejemplo la alcachofa, la coliflor o el brócoli. Otras las comemos adobadas (alimentos que se sumergen en una solución de sal y otros productos para alargar su conservación y darlos un punto gastronómico diferente) cómo por ejemplo la alcaparra, y otras son utilizadas en la cocina como especies para condimentar, cómo la flor del azafrán o el clave. De entre las flores comestibles más conocidas, destacan la flor de la calabaza, alimento común en la gastronomía de varios países cómo Italia y México donde se pueden encontrar en cualquier mercado y la rosa, que se consume desde la antigüedad, cuando ya se preparaban las ambrosías más sabrosas a base de pétalos de esta flor.
Así, cómo vemos, las flores fueron utilizadas en la gastronomía de diferentes culturas cómo la romana, griega, hindú, medieval y a España sobre todo en la cocina andalusí, que nos ofrece una importante herencia de recetas con flores comestibles.
Hoy en día las flores comestibles son un producto fetiche de la cocina creativa de los nuevos restauradors, hasta el extremo de crear en la industria viveros especializados en su cultivo y empresas comercialitzadores para atender el mundo de la restauración.
Entre las flores frescas comestibles, aquellas que podemos encontrar en restaurantes, así como en algunos casos también en la repostería, son:
- Lavanda
- Abelia
- Verbena
- Salvia
- Flor de Bach
- Calèndula
- Alhelí
- Clavel mine
Muchas las podemos encontrar en entonces de venta en centros de jardinería o tiendas en linea. Si las cultivamos, aparte de dar color a nuestro jardín, conseguiremos tener a mano flores con las cuales decorar nuestros platos y sorprender nuestras visitas.
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