Tres volcanes gastronómicos, ahora que están de moda
Tres volcanes gastronómicos, ahora que están de moda

Cugat Comas

Tres volcanes gastronómicos, ahora que están de moda

Tres propuestas de plato para presentar con forma de volcanes: de chocolate, de hojaldre y de arroz

Este es un artículo de andar por casa. La típica ocurrencia no frenada a tiempo. Tú tira, te dices. Y mirando de concordar la cita semanal en el espacio de la comida con la actualidad va y perpetras este concepto más que dudoso de platos que son un volcán gastronómico. Perpetras, decimos, porque no te lo inventas. Lo recojes, te lo haces venir bien. Intento desmontado de contenido gracioso, sería. Mañana será otro día.

Llevamos más de una semana con el volcán de las Canarias erupcionando. Ha hecho bastantes destrozos, allá. Gente que lo ha perdido todo. No hagamos broma con ello. Todos estos días de erupción son suficientes para que todos juntos nos hagamos los vulcanólogos y los más curiosos de la cosa tengamos la ventanilla de la retransmisión en directo siempre atenta. Por la noche es magnético, con aquellos ríos de lava, aquel color naranja vivo, aquellos escupitajos, aquel ruido profundo que más que de erupción parece de eruptor. De día el humo toma la alternativa. Entre el blanco y el negro. Cómo si a ratos 'habemus papa' y a ratos no. Como espectáculo vale la pena y como materia se merece que solo hable quién sabe. Los otros, a lo nuestro. Aquí, gastronomía. ¿Que no puedes relacionar el volcán y la sección gastronómica? Aguántame la malvasia.

Fascinado por la cosa y el funcionamiento del fenómeno a La Palma uno piensa en aquellas versiones gastronómicas que, convencionalmente o por aproximación, toman el nombre del volcán a la hora de sentarse en la mesa y pasarlo bien. Hay tres variedades, ninguna de demasiado virtuosa (todo sea dicho) pero que incluso podemos evocar a la hora de cocinar estos días. Si no quieres caldo, tres tazas.

En cocina se le dice volcán, por aproximación, a aquella elaboración sólida que esconde un líquido que, en rompre la corteza exterior, baja igual que los volcanes expulsan el magma. A partir de aquí, eso sí, el nombre de volcán se le reserva al que más o menos hace la forma: a una croqueta no le llamaremos volcán, a un buñuelo tampoco.

Al coulant també se l'anomena volcà

Al coulant también se lo denomina volcán

Volcán de chocolate

Volcán de chocolate es la manera alternativa de llamado al popular coulant. De hecho este 'coulant' es el gerundio de brotar en francés o sea que incluso en el nombre de los gavatxos la cosa puede asimilarse al fenómeno de una erupción. El volcán o coulant es uno de los postres (en catalán, les postres, en femenino!) de cabecera y preferidas. Aquel bizcocho que esconde el chocolate deshecho adentro y el placer casi para-sexual de la primera cucharada, cuando se desata el magma de cacao de dentro es uno de los elementos preferidos de mucha, muchísima gente.

Dicen los manitas que es bastante fácil de hacer de caseros. Con máquina de estas que lo hace todo (robot de cocina, diremos, para no hacer propaganda de la Thermomix) son bien asequibles pero incluso con unas herramientas más rudimentarias se puede lograr. Y, seamos claros: también hay de hechos y preparados que valen mucho la pena, de volcanes de chocolate. Hay también de 'dulce de leche' capaces de enviar un diabético a urgencias o de chocolate blanco; sensacionales!

Volcà de pasta fullada farcit de formatge i bacon

Volcán de hojaldre rellenado de queso y bacon


Volcán de hojaldre

El hojaldre es un clásico de hacerse platos a casa. Ahora algunos llaman 'realfooding' porque hace más finolis decir las cosas en inglés, de esto de cocinarse uno mismo. Con hojaldre en casa puedes hacer fácilmente un cono donde adentro puedas depositar el que creas. También venden un tipo de "tartaletes" hechas adentro de las cuales si depositamos un magma sabroso, podremos emular la forma de volcán.

Y adentro, qué ponemos? Hay mil opciones. Queso cremoso con frutos secos, una pasta hecha de pesto rojo, carne picada con salsa de tomate un poco picando y así muy bien parecerá la cosa volcánica.

Vídeo-receta casera de volcán de arroz


Volcán de arroz

Presentar el arroz cocido en forma más o menos volcánica (digámosle de montañita) es de las cosas más clásicas que hay. Por emplatarlo, aquella taza o vaso que llenas y giras, quedando un tipo de flan de arroz. A menudo se ha dicho que el más bueno de arroz para hacer esta forma es el pilaf pero sinceramente por pilaf aquí solo nos viene aquel personaje de Bola de Drac que tenía un perrito torpe y una chica antipática de ayudantes. Nunca les perdonaremos haber resucitado a Satanàs Cor Petit y que este matara a  Krilin.

Centrémonos. Del mismo modo que podemos presentar el arroz en montañita, si con un vaso o cilindro más pequeño lo perforamos tendremos exactamente el conducto del líquido adentro del cual puede entrar a bailar cualquier salsa. En algún vídeo tiran de tomate (un clásico) y en otros de queso, también muy bueno. Es meterle cucharada y se deshace el interior líquido, que empapa el arroz y deshace la geografía primogénita del plato en un momento. Y a comérselo.

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