Robellones a la cocina del restaurante Sangiovese
Robellones a la cocina del restaurante Sangiovese

Las mejores setas para cocinar!

La tradición boletaire tiene un arraigo social importante en casa nuestra y ahora que parece que ya viene el frío, es buen momento de repasarlo.

Cataluña es tierra de tradiciones. Al llegar las lluvias del otoño, un gran número de personas se desplazan a los bosques con el afán de pasar un rato de recreo y llenar de setas los cestos. La tradición boletaire tiene un arraigo social importante. Pero qué son las mejores setas para cocinar?

Robellón: el más popular, más adecuado para hacer a la brasa que no para guisos. Hay de varias especies y encontramos de agosto a diciembre.

Camagroc: de carne delgada, grogosa y perfumada, es muy fácil de cocinar. Ideal en un simple sofrito de cebolla, para hacer de acompañamiento en platos de pasta y arroz. Seco se conserva durando mucho tiempo.

Ruiseñor: tiene una textura especial y mucho gusto de seta, con poca cantidad de ruiseñores se consigue mucho sabor. Le hace falta muy poca cocción y se adapta muy bien a todo tipo de recetas, puesto que también queda bien en platos dulces.

Negrilla: de medida reducida y de carne blanca, prima y quebradiza pero muy sabrosa. Desde tiempo acá es muy usado en la cocina catalana pero su inconveniente es su fragilidad, que hace que sea difícil limpiarlo.

Llenega: de textura melosa y suave, hay de dos variedades: la blanco, de zonas más altas, y la negra. Es muy estimado a la Cataluña central y se vincula a los guisos de ternera, pero también se puede cocinar a la brasa.

Cepa: su superficie es viscosa y con rugositats; tiene la carne blanquinosa, y el gusto, el aroma y la textura son suaves. Se trata de una seta muy versátil que ofrece muchas opciones a la cocina: se puede consumir crudo, en carpaccio, cocido, saltado, frío...

Mención aparte merece la trompeta de la mueret. Esta seta hace enloquecer muchos chefs, y no es extraño. A pesar de que nos puede recordar al ruiseñor, tiene un color más claro. Es un buen ingrediente a la hora de hacer guisos y combina muy bien saltados con ruiseñores y camagrocs. Es un hongo con múltiples aplicaciones culinarias y combina con muchos sabores, pero recordáis que tiene un gusto bastante fuerte. De este modo, es mejor no abusar, porque podría estropearnos el plato. Aún así, es cierto que se utiliza para mejorar muchos tipos de platos y es por eso que ha recibido la palabra de 'trufa de pobre'. En cuanto a su textura, es bastante llevar y fibroso. Por lo tanto, saltáis o cocéis bien las trompetas de la muerte.

Fuentes: cuina.cat y gencat.cat.

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