Fruta del dragón.
Fruta del dragón.

La fruta del dragón o pitaya, una alternativa sorpresiva

Comer frutas es muy importante y si descubrimos nuevas opciones todavía se vuelve más interesante y variado el hecho de incluirlas en nuestra dieta semanal.

A medida que transcurren los meses del año tenemos unas u otras frutas de temporada disponibles para disfrutar de ellas. Caqui en otoño, mandarinas al invierno o sandía en verano, entre otros, son las que conocemos y suelen venirnos al hacia el pensar en qué escoger de postres o para almorzar a nuestro día a día.

Aún así, el abanico de frutas disponibles es mucho más amplio y gracias a la globalización es cada vez más común el descubrir propuestas cómo la jaca o la fruta del dragón o pitaya, de la que os hablamos en este artículo.

Qué es la fruta del dragón o pitaya?

Proveniente de las zonas tropicales y subtropicals de América, también esta muy extendida a varias zonas de Àsia, especialmente al Vietnam y al suyo cercando. Se trata del fruto de las especies del género Selenicereus, de la familia de Cactaceae o de cactus, cómo se conocen popularmente. Es precisamente por esta relación con los cactus por la cual tienen esta forma tan característica. Con pocos pinxos y flores vistosas, la planta de la que se extraen las frutas del dragón es también emprada a menudo por hasta decorativos.

En cuanto a su nombre, proviene de que recuerda a las escames de un dragón por su parte exterior. Su interior destaca para ser blanco con entonces negros y hay hasta cuatro variedades al mercado: roja de pulpa blanca, roja de pulpa roja, roja de pulpa púrpura, y amarilla de pulpa blanca, pero todas ellas tienen las mismas propiedades beneficiosas. Ya se produce con éxito en las islas Canarias, puesto que el clima seco y caluroso se el ideal por que crezcan, y se está cultivando también en varias zonas del sur de España.

Propiedades beneficiosas de la fruta del dragón

  • Muy rica en fibra y agua..
  • Muy rica en vitamina C y A (especialmente la variedad roja y de pulpa púrpura).
  • Bajo contenido calórico (no supera las 100 kcal por cada 100 g de porción comestible).
  • Fuente de hidratos de carbono, a pesar de que con una aportación energética muy moderada.
  • Proporción de grasas mínima.
  • Rica en potasio y en cantidades más moderadas también en magnesio y calcio.

Más allá de estas propiedades, también se puede mencionar su sabor dulce, que gustará a todo el mundo en casa, además de la capacidad que tiene para hidratar el organismo y conseguir un efecto saciant sin llegar a sentirse pesada al estómago. Ayuda al buen funcionamiento del tráfico intestinal y los oligosacáridos que presenta son resistentes a la digestión del organismo, por lo cual se produce un efecto prebiòtic en el intestino. También, por sus efectos antioxidantes, funciona como protectora ante varias dolencias.

Actualmente ya se puede encontrar en grandes supermercados, a pesar de que la baja producción en nuestro territorio hace aumentar los precios, así que ya podemos buscarla para probar una fruta sorpresiva, diferente y deliciosa.

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