Cosechando los productos al Huerto de en Dídac. Fotos: Romuald Gallofré
Cosechando los productos al Huerto de en Dídac. Fotos: Romuald Gallofré

Redacción

Cocina de kilómetro cero, una alternativa sostenible

Comprar productos de kilómetro cero, más allá de cuestiones relacionadas con el gusto de los alimentos y la apuesta por el comercio de proximidad, resulta beneficioso por el planeta

Producir alimentos es nocivo por el planeta. La Comisión EAT-Lancet, un grupo de científicos de 16 países diferentes, ha trabajado sobre esta cuestión y ha concluido que la producción de alimentos es la principal causa de cambio ambiental al mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la producción de alimentos representa el 20-30% de las emisiones mundiales de gases con efecto de invernadero y hasta el 66% del uso del agua. Con estos datos sobre la mesa, varios movimientos con conciencia ecológica han trabajado, últimamente, para socializar dietas sostenibles. Una dieta sostenible es aquella que, además de saludable, tiene un bajo impacto en el medio ambiente. Su objetivo es contribuir que el planeta tenga suficientes recursos para alimentar a las futuras generaciones.

Las dietas más sostenibles son, en primer lugar, las vegetarianas o veganas . Según la Comisión EAT-Lancet, el cambio de productos de origen animal por productos de origen vegetal tiene beneficios para el medio ambiente y la salud. Los productos animales tienen impactos significativos, puesto que el ganado en general representa el 14,5% de todas las emisiones inducidas por el hombre.

Pero si no nos acaba de convencer una dieta vegetariana o vegana, siempre podemos apostar por una dieta de kilómetro cero. Las dietas locales, o el consumo de productos de kilómetro cero, hacen referencia a la alimentación en base a productos del área en la cual vivimos. Con este tipo de productos se reduce la contaminación, se tiene cura del medio ambiente y se mujer apoyo a la sostenibilidad. Por otro lado, el consumo de este tipo de productos acostumbra a ser sinónimo de una alimentación más equilibrada, sana y saludable. También es cierto que, normalmente, los alimentos de proximidad son más sabrosos y mantienen intactos los valores nutricionales. Así mismo, se favorece la economía, la agricultura, la ganadería y la gastronomía del lugar donde vivimos.

Cuestiones de precio a banda, pues, parece evidente que los productos de kilómetro cero aportan toda una serie de beneficios que van desde la cura del planeta a nuestro propio tejido productivo, pasando por los aspectos relacionados con una dieta saludable. La cocina de proximidad es una alimentación consciente y con conciencia.

Comentarios