Como hacer una cerveza artesana. Foto: R. G.
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Como hacer una cerveza artesana. Foto: R. G.

"Cocinar" tu propia cerveza

El 'boom' de las cervezas artesanas y de calidad se acompaña de un fenómeno en auge: elaborarla de manera casera. La Feria de la Cerveza Artesana de Mataró es un buen escaparate

"Empiezas de la manera más tonta diciéndote a tú mismo: 'esto de hacer cerveza en casa no tiene que ser tan complicado', y a la cabeza de poco te ves metido hasta el cuello!". "Éramos la pandilla de amigos haciendo una barbacoa y, medio en broma, comentamos: 'y si hacemos nuestra propia cerveza'? Hoy ya traigo ocho producciones diferentes creadas a la cocina de casa". Son en Jesús Aparicio y en Rebrote Boix, dos mataronins unidos por una misma pasión: convertir una mezcla de cebada, quitado, agua y lúpulo en cerveza, todo con sus propios medios, como un hobby sin ninguna ambición comercial. El que se conoce como 'homebrewers', productores caseros de cerveza, de los cuales la Feria de la Cerveza Artesana de Mataró es un gran escaparate. Aparicio, con su compañero de batallas Josep Floriach, lo hacen con una maquinaria más compleja y sofisticada. Boix, con menos recursos económicos como estudiante universitario que es, se espabila con las ollas de la cocina de sus padres y una manguera para hacer trasvases de líquidos.

Unos alquimistas modernos que han encontrado en Internet la panacea de la cerveza artesana y casera. "Te piensas que eres el único friki que piensa en esto y cuando empiezas a navegar te das cuenta que casi eres el último vecino del barrio que encara no hace cerveza", bromea Aparicio. "En Internet está todo, sólo en una única página web puedes encontrar 2.000 recetas diferentes", añade Boix. Cervesers con muchos años de experiencia comparten sus conocimientos, trucos y consejos. "Si sigues de pe a pa el que te dicen, hacer cerveza es muy factible", apunta Boix. Tanto él como Aparicio coinciden al definirlo como un proceso culinario, similar a preparar un plato. "La cerveza se cocina. La clave está en la receta y al seguir los pasos que tocan", resuelve Aparicio.

De 'homebrewers' a empresa

Estos dos mataronins son sólo dos casos que ejemplifican el 'boom' que vive la cerveza artesana, desde el punto de vista del consumidor y del elaborador. Sólo en Cataluña han aparecido en los últimos años hasta 200 nuevas marcas que se inscriben en esta tendencia: producción pequeña y artesanal, priorizando la calidad y la originalidad. Muchas de ellas surgidas de grupos de amigos que, como Aparicio o Boix, empezaron haciéndola a casa, picados por la curiosidad. Por ejemplo, marcas como la maresmenca Biir, impulsada por Albert Galan y Pere Mora, dos mataronins residentes en Argentona. Presentaron su primera cerveza a finales de 2013, una 'witbier' de 6,8 grados que tuvo muy buena acogida. "Cuando empezamos como 'homebrewers' , ni mucho menos nos imaginábamos que llegaríamos donde somos ahora" explica Galan. Hoy Biir comercializa hasta siete cervezas diferentes -además de otras producciones especiales- producidas a caballo de Cataluña y Bélgica, con una amplia presencia en el mercado internacional (Canadá, Holanda), y premiadas con varios galardones de prestigio.

Las marcas Biir y Piris, patrocinadoras de la Feria de la Cerveza Artesana, son dos casos de éxito en el sector

Biir y la marca barcelonesa Piris, otro caso de éxito en este ámbito, son las principales patrocinadoras de la primera Feria de la Cerveza Artesana que tiene lugar en Mataró. Un acontecimiento con el que esperan ampliar todavía más la afición y conocimiento verso este producto, puesto que consideran que queda mucho camino para recorrer. "En Estados Unidos la cerveza artesana copa el 10% del mercado, aquí todavía nos carece mucha cultura cervesera", constatan desde Biir. Galan considera que el mercado catalán "todavía no está bastante maduro". El Estado español es un gran consumidor de cerveza, pero entente sobre todo como un refresco para combatir el calor, sin prestar mucha atención a la calidad y con el precio como un factor determinante. "Todavía no hay mucha gente dispuesta a pagar el doble por una cerveza de más calidad, cosa que no pasa con el vino", añade Galan, poniendo de manifiesto que este es un país con mucha más cultura vinícola que no cervesera. En el ámbito de la restauración tampoco tienen mucha cura, puesto que lo entienden como una simple bebida de aperitivo mientras el vino es sacralitzat a la carta, a pesar de que los entendidos apuntan que la cerveza ofrece todo un mundo de posibilidades en el maridaje (buena prueba son algunas de las actividades de la Feria de la Cerveza Artsana de Mataró, donde se pueden encontrar combinaciones como por ejemplo cerveza y chocolate).

De proximidad y diferenciador

A pesar de todo, la afición por la cerveza artesana y de calidad no para de crecer. Y vinculado a este auge, hay la aparición de establecimientos especializados como por ejemplo Mucha Malta, en Mataró. Una tienda donde se pueden encontrar todo tipo de cervezas artesanas y de importación, y también adquirir los aparatos necesarios para hacérsela a casa. Su propietario, Adrià Felisart, explica que esta tendencia se remonta a hace unos 10 años, cuando empezaron a aparecer las primeras casas de cerveza artesana. "Todo empieza con 'homebrewers' que, hartos de consumir un producto industrial, masificado y de poca calidad, apuestan para hacérselo él mismo", relata. Pero el fenómeno no es exclusivamente cerveser, sino que tiene que ver con nuevas pautas de consumo que se viven en el ámbito gastronómico. "Tiene mucho que ver con la tendencia a consumir producto de kilómetro cero, elaborado cerca de casa", constata. Albert Galan, desde Biir, lo compara con otros 'booms' como el del Gintònic 'premium' con mil y una marcas y combinaciones. "Hay un mercado más acotat y sibarita que busca el producto diferenciador, con el cual vivir experiencias nuevas", constata el impulsor de Biir.

Muchos de estos forofos acostumbran el paladar a la mejor calidad y acaban rechazando la cerveza "tradicional" que encuentran a los bares y supermercados. "Más que cerveza es un refresco de malta un poco aromatitzat" bromea Aparicio, que a pesar de todo es mucho más tolerando que otros cervesers. "Tengo amigos que se niegan a probar la cerveza comercial, pero yo no tengo ningún problema al tomarme una caña del barril que tengan al bar", constata. Rebrote Boix tampoco es ningún radical, al contrario: "No desprecio este tipo de cervezas, la sigo pidiendo y comprando". Para un universitario, añade, las artesanas y de importación son muy caras y sólo las consume de vez en cuando, "como un capricho".

Como hacer cerveza:

  1. La base es el cereal, básicamente cebada (también se pueden añadir diferentes proporciones de trigo, avena, y otras). El gra se hidrata hasta que germina y a continuación se seca a temperaturas altas con objeto de parar el procès germinatiu. se obtiene aixi el que se denomina malta.
  2. Esta malta se tritura y se mezcla con agua a una temperatura determinada para disolver los azúcares y los almidones del gra hasta obtener un mosto.
  3. El mosto se hierve para esterilizarlo y durante el proceso se añade el lúpulo, la flor femenina de la planta del mismo nombre que mujer el gusto amargo característico de la cerveza, así como algunos de los aromas, a la vez que ayuda a conservarla.
  4. Se enfría el mosto y se añade la levadura, seco o fresco. La levadura es un hongo que metabolitza los azúcares y otros componentes del mosto, y excreta alcohol etílico y gas carbónico. El mosto pierde la dulzura y adquiere su graduación alcohólica, que depende entre otros factores de la cantidad de azúcar que tenía. Este proceso, la fermentación del mosto, puede durar desde pocos días a varias semanas. Un golpe acabada la fermentación, la levadura ha convertido el mosto en cerveza, pero generalmente todo el gas generado durante el proceso, ha huido.
  5. Para conseguir la bebida con gas, se puede añadir más azúcar justo en el momento de envasar y cerrar el recipiente herméticamente. El salvo que queda al mosto fermentará este azúcar generando el gas que permanecerá disuelto a la cerveza hasta el momento de degustarla. También se puede añadir el gas a presión desde una bombona (cómo hacen las grandes fábricas) y a continuación envasar la cerveza ya gasificada.
  6. Una golpe envasada la cerveza, y porque acabe su proceso de maduración, se deja reponer durante un tiempo antes de consumir.

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