Alertan del aumento de ocupaciones a Cerdanyola: "Es uno no parar"

El problema de las ocupaciones ilegales y de carácter conflictivo no es paso nuevo a barrios mataronins cómo el de Cerdanyola . Pero sus vecinos alertan que en las últimas semanas está yendo además. "Últimamente es uno no parar", aseguran. Algo que se está traduciendo en graves problemas de convivencia y en algunos casos, de seguridad. "No sabemos qué hacer ni cómo se puede parar esto", lamentan.

La última ocupación que han detectado los vecinos es la de un inmueble a la calle Jaume I, que pertenece a una entidad bancaria. Los residentes de este vial están especialmente preocupados, puesto que durante la primavera y el verano del año pasado tuvieron que convivir con un caso especialmente conflictivo, el del edificio ocupado por decenas de personas, algunas de ellas de perfil delinqüencial, que los hacían la vida imposible. Pero no es el único caso. "Casi cada día recibo whatsapps de gente del barrio alertándome de ocupaciones", lamenta Maria de Gea, residente de toda la vida al barrio. Anteayer, por ejemplo, en la calle Garrotxa

Los vecinos sospechan que las ocupaciones son obra de mafias organitzades que relloguen los pisos. "Voces que son unos los que esbomben la puerta y otros los que acaban entrando a vivir", constata De Gea. A Cerdanyola están acostumbrados a las ocupaciones, pero aseguran que estas, de por si, no son un problema tanto grave si los ocupantes no olvidan las normas básicas de vecindad. "Saber convivir, cumplir con las normas básicas, ser un buen vecino en definitiva; en estos casos no hay problema, y menos, esto es mi opinión, si el piso ocupado es de un banco", relata la cerdanyolenca.

El problema, pero, es que muchas ocupaciones, en especial las detectadas durante estas últimas semanas, tienen un perfil diferente, mucho más conflictivo. Por ejemplo, la del antiguo local de la Seguridad Social a la calle Rosselló, que degeneró en la agresión a un policía local por parte de un grupo de jóvenes que rodearon e intentar intimidar los agentes. "En el barrio, que hace muchos años que es multicultural, nos conocemos todos", explica De Gea, "pero últimamente están apareciendo personas, algunas muy jóvenes, que no sabemos de donde vienen, que no son de Mataró, y que son las más conflictivas". Un relato muy similar al que ofrecen los vecinos de Rocafonda respecto a la oleada de inseguridad que sufren y del perfil de personas que la protagonizan.

De Gea es la administradora de Mataró Segura, un grupo de Facebook creado hace cerca de un año que cuenta con más de 5.500 miembros y que se ha convertido en una de las comunidades online más activas de la ciudad. El objetivo del grupo es exponer la problemática que sufre Mataró, en especial en determinados barrios, en materia de inseguridad. Algo similar al que hace otro grupo muy popular en la red de Mark Zuckerberg, el de Patrulla Vecinal, que se creó también hace un año pero que está gestionada por personas diferentes y no tiene conexiones con Mataró Segura.

"La propia Policía Local nos dice que hay incidentes de los cuales se enteran a través nuestro y de las redes sociales", explica De Gea, que apunta que "en muchos casos los vecinos optan para avisarnos a nosotros antes de que a la propia policía". Unos comportamientos que la administradora de Mataró Segura anima a cambiar de cara a que las ocupaciones ilegales y conflictivas queden plasmadas en denuncias que después la propia Policía Local pueda gestionar a través de la Unidad de Civismo y Convivencia. "Aunque ya sabemos que la policía está bastante ligada de manso y pies", lamenta.

La Policía Local ha notado un aumento de las ocupaciones durante este 2021; en el primer trimestre del año, según datos del Ayuntamiento, el cuerpo policial ha evitado 24 tentativas de ocupación, un 84 % más de actuaciones preventivas que el año pasado. Algo que parece romper la dinámica de descenso de casos registrada durante los últimos tres años. El año 2018 se registraron 276, mientras que el 2019 bajaron a 200 y el 2020 la cifra se situó en 165.