Capgròs
Mataró ya vive bajo el reinado de la Vieja Cuaresma, una vez terminado el Carnaval. Las siete semanas de espera hasta la Pascua, que histórica y típicamente se representan con una vieja de siete patas, son especiales en Mataró, donde la tradición de serrarle la pata se mantiene bien viva tanto en las escuelas como en la Plaza de la Pescadería. Allí, en pleno Centro de Mataró, ya luce presidiendo el edificio patrimonial que da nombre a la plaza.
La entronización de la Vieja Cuaresma es la parte final de todo el ceremonial propio del Miércoles de Ceniza con el que termina el Carnaval de Mataró. Una vez 'quemado' el cuerpo de Pelota, aparecida la vejez monumental y hecha la lucha simbólica entre los vicios carnavalescos y las fuerzas de la Cuaresma, aparece la imagen del año que, hasta ese momento final del Entierro de la Sardina, nadie conoce. De viejas, como es tradición, se reparten también carteles para ser pintados para que cada hogar tenga el suyo y también pueda ir cortando las patas en familia.
La Cofradía de las Siete Semanas, que hace más de 40 años encarga a un artista de Mataró su representación de la Vieja Cuaresma, es la encargada de desvelar in situ la imagen, la identidad del autor y de llevarla a entronizar. Llega entonces el momento de cuatro petardos, buñuelos de bacalao y vino caliente.
Jaume Parera Boix es el autor de la imagen de este año. Se le puede considerar como un artista que ha expuesto de manera tardía en público una habilidad para dibujar que durante décadas formaba parte de un prisma más privado, como un hobby más. Hace seis años protagonizó una triple exposición pública en Mataró, en el Altre, la Destilería y el Agrupe que son, curiosamente, tres espacios muy cercanos a la Pescadería donde luce lo que será su obra más pública y comentada.
La obra de Jaume Parera Boix Tan pronto apareció la Vieja Cuaresma 2024 en el Parque Central, desde donde fue llevada en comitiva y a paso ligero hasta la Pescadería, la imagen de este año sorprendió. Es una Vieja Cuaresma colorida, clásica y moderna a la vez, que tanto empuña como es preceptivo el bacalao y el rosario como parece representar aires deportivos, con las siete patas de colores diferentes en posición de correr que parece remitir a una atleta. Una Vieja sorprendente que, como pasa cada año, todos hacen suya desde el principio y que cada domingo verá cómo se le corta una pata. Cada domingo a la hora precisa de la una en punto, como es preceptivo.
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