Volador, Crida y traca: Mataró vive Les Santes en plenitud

Mataró ya vive bajo los efectos de su poción mágica, la que transforma los mataronins en festeros, enciende el alma y hace sonreír de manera irremediable. La liturgia mágica del anochecer del 25 ha adquirido este 2023 todavía más simbolismo por la ausencia de Lluis Hugas. Del volador de tres cuartos al homenaje de las pandillas -Gegants de pie mientras se leía un texto agradeciendo al geganter y campanero su aportación– pasando por una referencia de la propia intervención del alcalde, la ausencia de Hugas ha sobrevolado el ritual iniciático de Les Santes.

La Crida, que ha empezado más de un cuarto temprano tarde respeto el horario previsto, ha visto la intervención del alcalde David Bote bajo el ya habitual almohada de silbatos y protestas que lo acompañan los últimos años. David Bote ha repasado las efemérides del año como los 40 años del Desvetllament y sobre todo ha posado èmfasi en todos los elementos que hacen de Les Santes un punto en común y un vector de unión entre mataronins. Ha hablado de la "fuerza que nos implica a todos que hace que contamos a 15 con emoción, De Riera a Riera, de mar a montaña
dejándonos llevar por la música y los bailes, porque todo Mataró vive Les Santes".

Por Bote "nadie nos arrebatará ni el orgullo ni la esperanza" y ha pedido "respeto, civismo, seguridad, cordura y arrebato" antes de pedir "un poco de desmadre y mucha hermandad" a los asistentes para acabar vociferando los habituala vivas a Mataró y Cataluña y gloria en Les Santes.

Recuerdo a Lluís Hugas, homenaje a Biada, primera Dormida

La Crida ha seguido con la Agrupación Musical del Maresme tocando, después de la traca, su versión del Coti x Coti de The Tyets , sensacional. Prácticamente lo ha cantado todo el mundo delante del Ayuntamiento, un momento precioso por un lado que días atrás pedía que se los reconociera como actores importantes de la fiesta. Acto seguido y con los cuatro gigantes de pie ante el Ayuntamiento, se ha leído un texto en nombre de la Familia Robafaves y el resto de comparsas, en recuerdo de Lluís Hugas. Un momento emotivo y mágico, después del cual todavía ha habido otra excepcionalidad: el Nan Biada (hijo de esta cabecera) ha subido arriba del balcó para celebrar un cuarto de siglo de haber sido allá mismo presentándose.

Finalmente ha empezado la cRIDA en sí, la Dormida. Que se ha alargado y se ha celebrado como el que es: la manera de empezar a andar colectivamente en la mejor excursión del año. Muchos tragos de poción mágica en vena.