Gobernar o no gobernar, esta es la cuestión

Esta semana pasada se ha conocido que Infraestructuras de la Generalitat, dentro del calendario previsto, ha iniciado el proceso de concurso por la redacción del proyecto básico y ejecutivo y dirección de obras de la nueva construcción del Instituto Las Cinco Sènies.

Al mismo tiempo, al Pleno de febrero, el Gobierno Municipal de Mataró llevó a aprobación el texto refundido por la Modificación Puntual del Plan especial de Equipamientos Mataró-Norte por la ampliación del CABO Rocafonda y traslado de las pistas de petanca, la aprobación definitiva del cual había sido suspendida por la Comisión Territorial de Urbanismo del Arco Metropolitano de Barcelona, hasta que mediante un texto refundido, incorporaran toda una serie de prescripciones.

Ambas cosas no tendrían más importancia si no fuera porque el Gobierno Municipal ha hecho bandera construyendo una campaña de comunicación para culpar la Generalitat de tener Mataró dejada.

En el primer caso, la construcción del Instituto Cinco Sènies, la Generalitat ya ha puesto en marcha el proceso de redacción del proyecto básico, ejecutivo y la posterior dirección de obras.

En el segundo caso, el Gobierno Municipal culpaba en público a la Generalitat de no haber construido todavía la ampliación del CABO, y al final ha resultado que era el Gobierno Municipal quien no tenía acabado el planeamiento urbanístico necesario... Y esto impedía a la Generalitat emprender las obras.

Estos son solo dos ejemplos del que aparentemente es la única estrategia que ha usar el Gobierno Municipal de Mataró y su Alcalde para eludir la responsabilidad de quien tiene que gobernar una ciudad, repartiendo culpas especialmente a la Generalitat.

Más allá de la enumeración de servicios cotidianos que no funcionan correctamente, hay otros ejemplos, como por ejemplo la recurrente exigencia de incremento de efectivos a los Mossos d'Esquadra (que ya ha tenido un incremento de casi el 15 % últimamente), mientras se ha conocido que el absentismo de la Policía Local ha llegado este 2021 al 30 %.

O más recientemente, tanto punto la Fundación Bassat ha planteado algunas dudas sobre su continuidad a Mataró, en el Gobierno Municipal le ha faltado tiempo para apuntar nuevamente a la Generalitat...

Con todo el respeto y admitiendo que gobernar es muy complicado, hay que preguntarse por qué motivo aquel quien tiene responsabilidad de Gobierno de una ciudad tan importando cómo Mataró, actúa cómo si no tuviera absolutamente cabe.

Por qué motivo, en vez de dar explicaciones y asumir las responsabilidades que le corresponden, se estiman más culpar otras de las propias incapacidades.

Sobre todo, porque los resultados siempre son, en estos casos, muy pobres y configuran tan solo excusas ante una agobiante impotencia.

Mataró necesita un gobierno que gobierne, que lidere, que anticipe el futuro, que plantee retos que ilusionen la ciudadanía... El gobierno municipal es el único responsable de una Mataró Dejada.