Hay un nombre que ha abanderado los últimos 10 años la lucha por la mejora de la movilidad de la comarca: Preservem el Maresme. Esta coordinadora nacida en su momento para frenar (cómo se consiguió) el proyecto de laterales de la C-32, tiene butaca propia a la mesa de trabajo de movilidad del Consell Comarcal y ha acontecido la voz del territorio en las reclamaciones y propuestas sobre movilidad maresmenca. Antoni Esteban es su portavoz y a pesar de que celebra el final de los peajes como "una buena noticia" tiene claro que "la Generalitat no ha tenido alternativa porque se acababa la concesión, no es nada para ponerse medallas la finalización de un contrato: si hubieran podido hubieran alargado la concesión".
Esteban confirma que Preservem el Maresme está a la expectativa del escenario que se defina por el día siguiente de la liberación de los peajes: "No tenemos claro que el estudio esté terminado antes del 1 de septiembre del 2021 pero queremos participar al estudio: somos maresmencs y sabemos el que pasa en el territorio, hace falta que nos implicamos para buscar soluciones y encontrar cosas en las que todas las partes puedan estar de acuerdo".
Una cincuentena de manifestantes han reivindicado al peaje de Alella que la gratuidad que tienen como vecinos de esta población se amplíe a todos los residentes del Maresme
Escepticismo con el rol de la Generalitat
Esteban es muy crítico con la Generalitat porque lamenta que "en 10 años no hemos visto ni un solo acto de buena voluntad por parte suya, en 10 años todo el que se ha conseguido ha estado a reacción de acciones y reivindicaciones de la comarca". También reprocha, al historial de incumplimientos del Gobierno los 97,2 millones que se recibieron del Sido el 2012 para la movilidad comarcal, que nunca llegaron. Esteban alerta que "hará falta ir todos a la una, a partir de la posición común que es la Declaración del Maresme del 2015 y haciendo piña entre nosotros, Consejo Comarcal y ayuntamientos".
Contra la viñeta y seguir pagando
Preservamos ya ve las orejas al lobo y advierte que "la Generalitat querrá que seguimos pagando con algún tipo de peaje encubierto" cuando acabe la concesión. Antoni Esteban critica el sistema de viñeta por "injusto con la comarca y la de años que se ha sido pagando e insolidario porque se comporta como un impuesto de circulación más para todos los vehículos en lugar de grabar más a quien más contamina, a partir de su uso". Preservamos el Maresme no quiere "ni peajes a la sombra, ni viñeta ni pagos encubiertos: queremos ver el que vemos en España, que cuando acaba una concesión se desmantela el peaje y punto".