Ventajas de tener un profesional que te haga la declaración de la renta

Ya ha empezado la campaña de la renta y con ella llegan muchas dudas. Si eres de aquellos que tiene que hacer una declaración sencilla seguramente sólo te habrá que comprobar brevemente que todo está correcto y confirmarlo. Si tienes alguna pequeña duda o necesitas que te hagan una modificación y no sabes como hacerlo, siempre puedes pedir cita previa porque te ayuden a la oficina de la Agencia Tributaria. La cita previa se puede pedir a partir del martes 8 de mayo a través de internet, por la app de la Agencia Tributaria o por teléfono (915530071).

Pero tienes que tener en cuenta que a la oficina de la Agencia, el personal se encargará de responder tus dudas y te ayudará a llenar la declaración de la renta para presentarla pero no se hará un estudio de tu caso. Así pues, si tienes una declaración que no es muy simple, es recomendable contar con un asesor o gestor. El profesional analizará tu declaración y comprobará que se hayan aplicado correctamente las deducciones autonómicas y estatales (deducciones por familia numerosa, hipoteca, maternidad, etc.) Así como la declaración de ayudas o subvenciones. También hará un estudio económico y te aconsejará escoger hacer la declaración individual o conjunta.

Una de las partes más importantes es que el profesional repasará que a la declaración se haya aplicado correctamente los rendimientos del trabajo (sueldos, prestaciones por desocupación...). Se asegurará que todo esté correcto. También comprobará otros aspectos como la aplicación de los mínimos por descendentes.

Un hecho importante es que el gestor te puede ayudar a declarar conceptos que pueden no aparecer al borrador de la declaración. Son conceptos como la compra o venta de una vivienda, donativos a ONGs, dependidas deducibles por el alquiler, etc.

El profesional siempre hará las modificaciones necesarias favoreciendo al cliente y cumpliendo la legalidad. Dejarlo en manso de un gestor es una forma de asegurarnos que hacienda no nos hará llegar una carta meses más tarde reclamándonos algún aspecto que desconocemos.