La morosidad: un problema y sus posibles soluciones

El peor drama que afecta a las empresas de este país es el de la morosidad. El dinero a deber que, en muchos casos, no se cobrarán nunca. Los datos a nivel general son importantes e ilustrativas de la problemática. Un 70 % de las facturas que emiten las empresas se pagan con retraso. La morosidad ha sido una de las principales consecuencias de la pandemia. Durante los primeros seis meses de 2021 casi 7 de cada 10 facturas emitidas registraron un retraso en su pago. La cifra supone un 68,7 % de las facturas.

El retraso en los pagos ha supuesto un coste de financiación en las empresas de 1.472 millones de euros, según un informe Cepyme. La cifra es, además, la más alta desde el año 2013. El Periodo Medio de pago (PMP) ha aumentado a nivel nacional durante final de 2020 y principio de 2021. Los últimos datos registrados posan de manifiesto que el PMP creció en 5,6 días hasta conseguir los 87,8 durante el primer trimestre del año.

Los datos se recuperaron durante el segundo y tercer trimestre del año gracias a la reactivación de la actividad económica. En concreto, el Periodo Medio de pago descendió hasta los 81 días en estos trimestres.

Las pequeñas empresas, las más afectadas

La morosidad ha provocado efectos negativos en las empresas en un momento en el cual todavía sufren de falta de liquidez. En este sentido, desde Cepyme consideran que son preocupantes las restricciones creditícies que han derivado de la pandemia. A su juicio, esto puede dificultar el pago de la deuda comercial en las empresas de menor tamaño.

La morosidad ha afectado principalmente las empresas de menor tamaño. Estas compañías tienen un menor acceso al crédito y, generalmente, sufren retrasos en los pagos otras compañías con mayor tamaño. Por parte suya, las empresas de más de 250 trabajadores son las únicas que han visto cómo se han incrementado los periodos de plazo en 7,3 días en solo un trimestre. Con este incremento, el periodo medio de pago ha ascendido hasta los 73,4 días.

Los mayores retrasos en el pago se producen en el sector de la construcción y la promoción, consiguiendo los 101,5 días; y en el sector textil, con 88,3 días de media.

La vía amistosa, la más recomendable

Los especialistas en cobros de morosos e impagados se han convertido en una de las disciplinas de juristas más solicitadas, por razones obvias. Enric Spa, de Spa Abogados explica que "siempre que haya proveedores que se encuentren con créditos a favor que no pueden cobrar el que tienen que hacer es posarse en manso de profesionales que puedan reclamar estas cantidades que tienen a deber de". Hay dos vías de reclamación: la amistosa o la judicial. En términos de tiempo y de logística, desde Spa siempre intentan priorizar la primera.

De que depende? "Desde el punto de vista judicial, el éxito de poder cobrar depende de la posible solvencia del moroso. Si no hay solvencia es dificilíssim de poder cobrar. Cuando nos encontramos en solvencia escasa, no hay más remedio que después de conseguir sentencia favorable", explica. A pesar de que cada caso es diferente Spa hace una aproximación general asegurando que "Hay más seguridad de poder cobrar antes por la amistosa que no por la vía judicial".

El tiempo de la resolución también varía. Según la cuantía a deber de y cada caso, pero puede ir entre los seis meses y hasta el doble, razón por la cual hay casos en que se intenta primeramente la vía amistosa, si hace falta se pasa a la judicial y llegados a un determinado punto pueden irse allá en el calendario.