bodegó libros
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Capgròs.com - ACN

La escasez de papel afecta el sector de las artes gráficas

La escasez de papel y cartón encarece la publicación de libros y obliga las editorial a planificar con más tiempo

La falta de cartón y papel está impactando de pleno en el mundo de la edición. La crisis de suministros está retardando la producción de una de las materias primeras para las querencias de libros, que ahora se tienen que planificar con más tiempo y acaban teniendo un precio más alto. Se trata de un "cuello de botella" coyuntural que, según el sector de las artes gráficas, se estabilizará en menos de medio año. El retardo en el plazo de entregas provoca que un pedido que hace unos meses se podía entregar con quince días, ahora se pueda alargar dos meses. Con todo, el sector garantiza que los volúmenes continuarán llegando a los estantes y que solo habrá que adaptar los planes de producción. El sector del libro infantil, más dependiente del cartón, es uno de los más afectados.

La situación no es de desabastiment, según el sector de la edición, sino que responde a un incremento de la demanda como consecuencia de la dificultad de suministro de productos provenientes del Àsia, el incremento de costes de transporte y de materias primeras que escasean. También se añade el hecho que el uso del cartón ha crecido en sectores cómo el empaquetado, porque es reciclable.

A este contexto general se añade la crisis por la pandemia, que obligó muchas industrias catalanas a parar la producción totalmente o parcial y a posar sus trabajadores al paro. Ahora, los ERTO se han ido levantando despacio, pero la producción todavía no está a pleno rendimiento Con todo, el mundo editorial se ha posado a funcionar y la demanda de edición ha crecido.

El sector de les arts gràfiques

El sector de las artes gráficas

No hay riesgo de quedarse sin papel

"No hay riesgo de quedarnos sin papel", advierte al ACN Joan Nogués, presidente del gremio de artes gráficas, que lo circunscribe en una "tensión" entre la oferta y la demanda de papel y, muy especialmente, de cartón, imprescindible para las cubiertas. En una línea similar se expresa Patricio Tixis, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España y del Cuarto del Libro de Cataluña, que garantiza que los volúmenes continuarán llegando a los estantes de librerías y que desde los editorial solo habrá que planificar de manera diferente los planes de producción.

Desde el editorial Comanegra, reconocen "dificultades" para garantizar la abastiment de papel y cartón para los libros de tapa dura, pero están importancia. "De momento, no nos ha resultado un problema importante, como mucho, tener que cambiar el tipo de papel", advierte al ACN Joan Sala. El editor, presidente también de Editors.cat, dice que no han tenido que recalendaritzar ninguna publicación pero sí que han incrementado el número de imprentas con las cuales trabajan para garantizar los pedidos. A su entender, la situación es producto de la dificultad en el transporte de papel de la Xina, la derivación de cartón para otros sectores y de una acumulación de compras de algunos "por miedo" que se agote.

Mejorar la previsión

La directora general de Anagrama, Eva Congil, explica al ACN que la crisis no los ha afectado el plan de publicaciones de este año, puesto que lo anticiparon y ajustaron las previsiones de compra de papel. En algunos casos, pero, se han visto obligados a cambiar la cartulina de algunas colecciones o ediciones locales de algunas novedades a países latinoamericanos.

En vistas al 2022, prevén mejorar la previsión de compras para no tener problemas de stock. "El riesgo para la industria editorial es que la situación potencii la desigualdad entre editorial de medidas diferentes", advierte Congil. Así, cree que el "pánico" por la falta de papel provoca grandes compras por parte de grupos con alta capacidad financiera, un hecho que provoca que sea difícil que las pequeñas editorial puedan acceder.

Tampoco han cambiado el calendario de publicaciones desde Periscopio que, a pesar de que reconocen la dificultad de acceder al cartoné (la tapa dura), que los ha obligado a alargar los plazos de producción "dentro del que es normal". El editor Aniol Rafel también cree que la manera en que se enfrentan las editorial pequeñas como Periscopio es diferente, porque acostumbran a trabajar con "tiempo". "Las novedades que tendremos de cara a la campaña de Navidad ya están impresas. Veremos cómo evoluciona todo de cara al curso próximo", precisa.

Mosaics Llibres

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Los libros infantiles, principales damnificados

Uno de los sectores donde el impacto es más claro es en las editorial infantiles, con una mayor dependencia del cartón. Advertidos desde principios de año, la editorial infantil Flamboyant ya anticipó los contratos con las imprentas para garantizar que los volúmenes llegaran a las librerías cuando tocaba.

En declaraciones a la ACN, su editora, Patricia Martín, dice que la principal dificultad con la cual se encuentran es el retraso en el suministro. Esta circunstancia los provoca alteraciones en el calendario de entregas y un incremento de precios de los materiales, especialmente en las reimpresiones de ediciones que tienen éxito, porque la anticipación es más difícil.

Incremento del precio del papel

Sin ir más lejos, la producción y el transporte de una novedad suponía entre tres y cuatro semanas, mientras que ahora se alarga hasta las dieciséis, y a veces supone un cambio en la edición, que pasa de tener una tapa dura a una de rústica. Por eso, desde Flamboyant reconocen que no editarán nuevos libros de cartón más allá de los que ya tienen encargados. También augura un incremento global de precios que se tendrá que acabar repercutiendo en el comprador porque sus márgenes son "muy reducidos". "Tendremos que subir un poco los precios porque si no, no cubriremos ni los costes", lamenta.

El abastiment, pero, no es el único de los problemas. El contexto global ha catapultado el precio del papel y el cartón desde julio, un hecho que empiezan a notar ya algunas editorial. Es el caso de Rayo Verde, que no ha tenido dificultades en los plazos de entrega, pero sí que la imprenta los ha advertido ya de una subida de precios a partir del 1 de noviembre. Su editora y cofundadora, Laura Huerga, reconoce a la ACN que cómo que "ajustan mucho los precios" de los ejemplares, lo tendrán que repercutir en el precio final para el consumidor.

 

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