Capgròs
Con la publicación de los datos de octubre al informe de recaudación de la Agencia Tributaria, publicado en noviembre, se confirma que los ingresos están desacelerándose y debilitándose.
Los ingresos tributarios del Estado crecen un 6,9 % interanual al mes de octubre, pero en el acumulado del año mantienen una tendencia a la baja, con una caída del 6,2 % en los primeros diez meses del año respecto al mismo periodo del año pasado.
Los ingresos tributarios totales crecen un 8,3 % interanual en octubre (frente al 11,7 % del año pasado) y un 5,2 % interanual en los primeros diez meses del año (frente al 16,9 % del mismo periodo del 2022). En este sentido, el IRPF crece un 6,9 % interanual a nivel del Estado al mes de octubre, cuando en el mismo periodo del 2022 crecía un 14,1 %. En el conjunto de las AAPP (Administraciones Públicas), crece el IRPF un 9 % interanual en octubre, frente al 11,6 % del mismo periodo del 2022.
Pero en el acumulado del año, el IRPF al Estado cae un 1,6 %.
Sociedades crece un 17,2 % interanual en octubre, con leve repunte mensual (el año pasado crecía un 15,1 %) pero crece solo un 3,3 % interanual en los diez primeros meses del año (el año pasado crecía un 30,7 %).
Los impuestos indirectos caen un 7,4 % interanual en octubre en el Estado, cuando crecían un 12,5 % el año pasado (baja un 8,6 % el IVA interanual en octubre del 2023 cuando crecía un 14,2 % interanual el 2022) y caen un 1 % interanual en octubre al total de las AAPP (frente al crecimiento del 8,2 % del año pasado). En cuanto al IVA al total de las AAPP, cae en interanual en octubre un 1,6 % frente al crecimiento del 9,9 % del año pasado.
El hecho que el IRPF y el IVA caigan en el Estado en el acumulado del año -y el IVA también en octubre en tasa interanual- muestra claramente la desaceleración de la economía, puesto que el Estado sufre en el instante el impacto de los aumentos y descensos de la recaudación derivada de la evolución de la actividad económica, mientras que las CCAA, debido al desfase de dos años del Sistema de Financiación Autonómica, no sufren el impacto de la realidad en el momento, puesto que el Estado los está transfiriendo la cantidad estimada en las entregas, inferior a la que los correspondería de la recaudación líquida que se está recibiendo, con el que dentro de dos años sufrirán el ajuste en liquidación.
Por lo tanto, es preocupante que la recaudación del Estado se esté hundiendo, con el gasto estructural disparado. Por eso, nos encontramos con una clara desaceleración de los ingresos, con caída incluso a nivel del Estado en las figuras tributarias mencionadas y también en términos mensuales del año en impuestos indirectos en el conjunto de las AAPP, un gasto disparado y una presión sobre el déficit que solo se mitigua porcentualmente sobre el PIB por el crecimiento nominal del mismo originado por la inflación.
Problema de gastos, no de ingresos
El problema de las cuentas públicas no es de ingresos, sino de unos gastos exponenciales, que se han intentado sostener con unos ingresos derivados de la inflación. Un golpe que los ingresos se disipan, queda el enorme gasto estructural generada y esto impulsa el desequilibrio presupuestario, del cual solo estamos viendo el inicio.
Fuente: libremercado.com
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