Vista de Calella, al Maresme, donde la mayoría de hoteles no han abierto en Semana Santa
Vista de Calella, al Maresme, donde la mayoría de hoteles no han abierto en Semana Santa

Agosto flojo en el Maresme: 30 % de ocupación hotelera

La falla del turismo extranjero hunde las previsiones optimistas a prácticamente toda la costa de Barcelona de cara a la 'temporada alta' de agosto

Els ector turístico prevé un agosto flojo a nivel de alojamientos. Los hoteleros del Maresme prevén llenar el 30 % de las plazas. La incertidumbre ante la evolución de la quinta oleada de la covid ha provocado cancelaciones y las peticiones de última hora son la dinámica por todas partes, pero insuficientes para salvar la temporada a la costa más próxima a Barcelona, muy resentida por la falta de turistas extranjeros.

El Gremio de Hostelería del Maresme asegura al ACN que los datos de 2019 no se pueden ni comparar con las de 2021. "Aquel año se cerró con una ocupación de más del 80 % e incluso del 92 % en algún caso, y a estas alturas nos movemos en la orden del 20 % o el 30 %", señala su presidente, Jordi Nogal.

Con las restricciones impulsadas en las últimas semanas, las perspectivas más airosas que se habían llegado a generar en mayo y en junio han quedado en nada, con una parada del ritmo de reservas y también varias cancelaciones a finales de julio. "La previsión por agosto es que, si las cosas no cambian, seguiremos igual", lamenta.

Establecimientos que ni han abierto

De hecho, algunos establecimientos no han abierto puertas este verano, y otros directamente han tenido que bajar la persiana. Nogal señala que el turismo de proximidad está ayudando a salvar los fines de semana, con estancias de una noche, pero remarca que no son suficientes por un territorio acostumbrado a recibir visitantes extranjeros.

"Sin el contingente de turismo internacional es muy difícil que se puedan llenar las plazas hoteleras", un hecho que, dice Nogal, "genera inestabilidad". De retruque, otros sectores se pueden ver afectados. En no disponer de clientela, explica, no entran ingresos, de forma que los hoteleros posponen las reformas habituales, con la incidencia que esto puede para industriales o pintores, entre otros.

 

 

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