Vacaciones a la era del Covid-19: aprender a disfrutarlas (a pesar de todo)

Son unas vacaciones diferentes por un mundo totalmente diferente al que conocíamos. La pandemia del Coronavirus ha cambiado nuestros hábitos, y afecta también a las vacaciones. Cómo afrontamos unos días de descanso después de meses confinados? Qué pasa con los más pequeños? Y si no se puede planificar vacaciones lejos de casa, qué? el 2020 nos está poniendo a prueba, y uno de los desafíos que llega ahora es afrontar las vacaciones a la era del Covid-19. Por eso, hablamos con la psicóloga y terapeuta familiar, Mariana Martínez, del Gabinet Psicològic Mataró, sobre que nos encontraremos estas próximas semanas.

"No podemos tener las vacaciones como las del verano pasado y estamos en medio de restricciones, pero hay muchas cosas que todavía podemos hacer", relata Martínez. Por ella, es importante buscar "las pequeñas cosas" que nos pueden ayudar a disfrutar del descanso. "El contacto con la naturaleza, actividades que se pueden hacer a pesar de los protocolos... Claro que no podemos planificar a largo plazo como hacíamos antes, pero nos tenemos que acostumbrar a pensar de hoy por mañana", añade.

Para la psicóloga, es el momento de "dejar fluir" las cosas, y explorar la propia "creatividad, pensando qué hacer día a día; también soy terapeuta de parejas, y muchas veces cuando tienen problemas para salir de la rutina, los animo a que cojan uno bote vacío y que coloquen por separado papeles con planes para hacer, y que jueguen a sacarlos y ejecutar las peticiones. Las familias también se pueden bloquear, por eso hace falta que aprovechamos la fortuna que tenemos de estar cerca del mar y la montaña en el Maresme".

Lejos de la tecnología
Martínez admite que estamos en una era donde la tecnología manda y que con el confinamiento se ha acentuado, pero hay que evitar "la tentación de quedarse en casa y tirar de ocio digital". "Hacer vacaciones no es ir lejos o dormir fuera de casa, es descansar, salir de la rutina, y esto es el que hay que llevar a cabo con planes improvisados e ideas creativas", añade.

Cómo afecta a los más pequeños
Los más pequeños "también sufren estrés" porque "son esponjas que ven como los padres están más tensionats y tienen más problemas". Por eso, y porque "las vacaciones por ellos ya son largas de por sí", hay que "insistir en la creatividad: una caja de cartón, pintura y jugar es un planazo aunque no cojan un avión para cambiar de ciudad". De hecho, la psicóloga apuesta para "dejar atrás la creencia que el dinero son necesario para disfrutar de las vacaciones" e intentar "buscar nuevos escenarios, recuperar juegos de mesa escondidos y compartir momentos con los niños".

Para ella, alerta, es "normal" que estemos incómodos o fuera de lugar porque la situación es anómala: "Estamos acostumbrados a planificar y nos cuesta no saber como estarán las cosas mañana, y la ansiedad se relaciona con la imposibilidad de contestar o predecir qué vendrá; el coronavirus ha venido para decirnos que no lo podemos controlar todo, y es un toque de atención pero también una reflexión interesante sobre que esto también está bien, no hay que tenerlo todo previsto". La fórmula es, simplemente, disfrutar de los pequeños momentos y romper la rutina con planes de un día por la otra. "Este año lo recordaremos por cómo nos hemos adaptado", concluye.