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Los especialistas coinciden en que la prevención en salud mental merece la pena. Las intervenciones preventivas -psicoterapèutiques, farmacológicas o combinadas- son capaces de atrasar la aparición de un primer episodio psicótico y pueden reducir el porcentaje de personas que acaban presentando psicosis, según se ha posado de manifiesto a la última edición del encuentro de profesionales, Meet The Experto.
La psicosis se presenta cuando una persona pierde el contacto con la realidad. Esto incluye tener falsas creencias sobre el que pasa (delirios) y ver o escuchar cosas que no existen (alucinaciones). La psicosis se puede presentar por consumo de sustancias, tumores o quistes al cerebro, demencia, accidente cerebrovascular y otras dolencias que afectan el cerebro.
Sobre un 30 % de las personas con alto riesgo de psicosis acaban transicionando a la psicosis en 2-5 años. Los que no lo hacen, en el 80-90 % de los casos, acaban desarrollando otro trastorno mental, como por ejemplo depresión mayor o un trastorno de ansiedad.
La prevención primaria selectiva, que se lleva a cabo sobre grupos de personas con alto riesgo de desarrollar psicosis, se centra a reducir los factores de riesgo, como por ejemplo exposición al maltrato o abuso a la infancia, acoso escolar, consumo de cannabis o estrés. Los factores de riesgo conocidos incrementan hasta 10-20 veces las posibilidades de sufrir esquizofrenia ante la población general. También es posible hacer una prevención primaria «indicativa», actuando en personas con signos iniciales de psicosis que encara no reúnen todos los criterios diagnósticos necesarios.
Desafortunadamente, los dispositivos de prevención para personas con alto riesgo de psicosis tienen una implantación muy escasa a nivel nacional, puesto que su desarrollo exige la coordinación entre diferentes sistemas, más allá del sanitario, cómo son el educativo o los servicios sociales, entre otros. A pesar de su complejidad, este tendría que ser el camino para poder intervenir en las personas de alto riesgo.
Abordar la problemática desde todos los ángulos
Los expertos insisten en la importancia de un abordaje integral, que tiene que posar el foco en aspectos cómo el síndrome metabólico -grupo de factores de riesgo de dolencia cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2, entre los cuales encuentran la hipertensión, hiperglucèmia, exceso de grasa corporal abdominal y niveles anormales de colesterol o triglicéridos-, el deterioro cognitivo y el riesgo de suicidio.
La esperanza de vida de las personas con esquizofrenia es alrededor de 20 años más baja que la de la población general, y el 60 % de las causas de muerte prematura se relacionan con dolencias cardiovasculares. La prevalencia más grande del síndrome metabólico en personas con esquizofrenia es ampliamente reconocida. Recientes estudios han situado, también, su prevalencia en pacientes con un primer episodio de psicosis sin tratamiento previo al 13,2 %, prevalencia que aumenta durante el año posterior al del diagnóstico.
Los expertos señalan que un trastorno mental es también un trastorno físico. Por ejemplo, la esquizofrenia es una dolencia sistèmica donde enferma todo el cuerpo. Las patologías psiquiátricas se relacionan con otras. Se sabe que la esquizofrenia aumenta el riesgo de diabetes, incluso cuando no se toman tratamientos farmacológicos que aumenten este riesgo.
Por otro lado, el deterioro cognitivo afecta la gran mayoría de las personas con trastornos psicòtics, y es presente en aproximadamente el 80 % de los casos, incluso antes del inicio de la dolencia psicòtica.
Fuente: okdiario.com/salud
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