Capgròs
Las potencialidades terapéuticas del cannabis están a punto de ser reconocidas oficialmente por el Gobierno español. Esta planta, que durante años ha estado asociada principalmente con el uso recreativo, ha ganado terreno como posible recurso en el campo de la medicina, después de diversos estudios que destacan sus efectos beneficiosos en el tratamiento de diversas patologías, como dolor, náuseas, epilepsia, anorexia o glaucoma.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha reconocido las propiedades medicinales del cannabis, abriendo la puerta a su posible inclusión en tratamientos médicos oficiales. Sin embargo, la regulación del uso medicinal del cannabis no está exenta de polémica y dudas, ya que se trata de una droga declarada ilegal con potencial adicción y efectos psicológicos.
Recientemente, el Ministerio de Sanidad español ha anunciado sus planes para iniciar el proceso de regulación del uso medicinal del cannabis. Este movimiento se inspira en otros países europeos como los Países Bajos, Italia, Portugal y Noruega, que ya han emprendido este camino con éxito.
No obstante, regular el uso medicinal del cannabis no es una tarea sencilla. Uno de los principales obstáculos es la falta de estudios científicos que avalen sus beneficios y efectos secundarios. Según Magí Farré, jefe de Farmacología Clínica del Hospital Germans Trias i Pujol, la industria farmacéutica no tiene un gran interés en investigar los efectos medicinales de la planta, ya que su naturaleza compleja y no patentable dificulta su comercialización.
Además, el hecho de que el cannabis sea considerado una droga ilegal complica aún más la investigación científica sobre sus efectos. Es necesario obtener permisos especiales de las autoridades competentes y seguir protocolos muy estrictos para su investigación.
La escasez de evidencias científicas hace que la opinión de los profesionales de la salud esté dividida. Mientras algunos, como Farré, defienden las oportunidades terapéuticas del cannabis, otros, como Cristina Ramo Tello, neuróloga coordinadora de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Germans Trias i Pujol, muestran dudas sobre sus beneficios, destacando la importancia de realizar investigaciones científicas rigurosas para determinar su eficacia real.
Riesgo de adicción
Uno de los principales temores que rodean el uso medicinal del cannabis es el riesgo de adicción. Sin embargo, Farré argumenta que los pacientes que lo consumen con fines medicinales tienen un bajo riesgo de adicción, especialmente en comparación con otros medicamentos como los opioides.
En definitiva, el debate sobre la regulación del uso medicinal del cannabis sigue abierto, con argumentos a favor y en contra que destacan la necesidad de investigación científica rigurosa y una regulación precisa para garantizar sus beneficios terapéuticos y minimizar sus posibles efectos adversos.
Fuente: ccma.cat/324
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