Las cribas de cáncer intentan recuperarse de la Covid
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Las cribas de cáncer intentan recuperarse de la Covid

Capgròs.com - ACN

Las cribas de cáncer intentan recuperarse de la Covid

El 2020 no se enviaron un tercio de las cartas de cribatge para detectar lesiones al pecho o al colon, pero la actividad se va recuperando

Salud prevé que el programa de detección precoz de cáncer de mama se haya recuperado de los retrasos causados por la pandemia el primer trimestre del año que viene. Esto significa que se citarán las mujeres de entre 50 y 69 años que los toca hacerse la mamografía y que no se tendrán que enviar invitaciones adicionales para las pruebas atrasadas, cómo pasa ahora. Lo explica el coordinador de la Oficina de criba de cáncer, Josep Alfons Espinàs, al ACN. La criba de cáncer de colon se encuentra en una situación similar, si bien la recuperación es más rápida. El 2020 no se pudieron enviar el 38 % de las invitaciones de la criba de cáncer de colon ni el 30 % para el de mama, sobre todo por la primera oleada, cuando se interrumpieron los programas más de cuatro meses.

La primera oleada de la pandemia, el marzo del 2020, convirtió los centros sanitarios en prácticamente monográficos de la covid-19 y, entre otras suspensiones, se pararon las cribas del cáncer de mama y de colon y recto, dos estrategias dirigías a personas de entre 50 y 69 años con el objetivo de detectar de forma precoz estas dolencias, cuando todavía no presentan síntomas. Al diagnosticarse en estadios iniciales, suelen tener un mejor pronóstico y más posibilitados de curación.

En el caso de la criba del cáncer de mama, consiste en la posibilidad de hacerse una mamografía gratuita cada dos años, y en el de colon, una prueba de sangre oculta en heces. En el caso de detectarse sangre, se tiene que hacer una colonoscòpia para descartar ninguna lesión al colon o recto, si bien un resultado positivo en la prueba no es sinónimo de cáncer, puesto que en muchos casos es por motivos que no tienen que ver con la dolencia o por pólipos, que son lesiones premalignes. Los pólipos (adenomas) se pueden sacar antes de que puedan evolucionar en un cáncer, de forma que la criba del de colon no solo permite detectar de forma precoz, sino que también puede prevenir la dolencia.

El 2020 no se pudieron enviar el 38 % de las 900.000 invitaciones previstas, aproximadamente, para la prueba de sangre oculta en heces. Así, no se enviaron unas 340.000. En el caso de la criba del cáncer de mama, no se pudieron citar un 30 % de las 420.000 mujeres de entre 50 y 69 años que los tocaba recibir la invitación, unas 126.000.

 

El 15 de septiembre del 2020 se retomaron los dos programas de detección precoz de forma generalizada, si bien algunas unidades habían empezado a enviar las cartas y a recuperar las pruebas unas semanas antes. En una entrevista el noviembre del año pasado al ACN, Espinàs reconoció que posar a cero los retrasos sería "difícil", sobre todo por la posibilidad que hubieran nuevas oleadas. En la segunda oleada, se habían podido mantener los programas con algunas afectaciones puntuales y el objetivo era no acumular nuevas esperas a la vez que se iban reduciendo las de la primera oleada.

Los retrasos se reducen a dos meses como máximo actualmente

Un año y una tercera, cuarto y quinta oleada de la covid-19 después, los programas de detección precoz han podido recuperar retrasos y evitar sumar de nuevos de forma generalizada, cómo pasó al inicio de la pandemia. Las oleadas de la covid-19 sí que han afectado de manera local la actividad y se han tenido que retardar las invitaciones cuando ha habido más impacto. Las cribas se tienen que hacer compatibles con pruebas por otros motivos, cómo diagnósticos o de seguimiento, y con la necesidad de más tiempo para hacer el mismo número de mamografías o colonoscòpies por las medidas de la covid-19 a las salas de exploración y de espera. Espinàs destaca que esto ha obligado los profesionales a "ampliar agendas" y a optimizar los circuitos.

Els equips de detecció són cabdals

Los equipos de detección son capitales

El coordinador explica que, en estos momentos, algunas unidades de mamografías están "al día" y otros han reducido los tiempos de cuatro meses a uno o dos como máximo. La previsión es que durante el primer trimestre del año que viene todas las unidades hayan hecho las mamografías de detección precoz que tocaban en los últimos dos años. La criba de cáncer de colon se encuentra en una situación similar, explica, si bien el ritmo de recuperación de las invitaciones ha sido más rápido, porque la prueba de sangre oculta en heces es más fácil. Aquí el factor limitante es la capacidad de colonoscòpies cuando el resultado es positivo.

El coordinador de la oficina de cribas ve "razonable" estos tiempos para recuperar los retrasos teniendo en cuenta los profesionales, espacios y recursos disponibles según la evolución de la pandemia en los últimos meses y resalta que los sanitarios han hecho un esfuerzo "muy importante" y que el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) "ha entendido una prioridad" mantener los programas.

Impacto de la pandemia más allá de la covid

Ahora, una de las incógnitas es el impacto que tendrán estos retrasos. Espinàs señala que todavía no hay bastante datos para saberlo y que lo analizarán en los próximos meses. "No es bueno atrasarse y por eso se hace la detección precoz. Pequeños retrasos seguramente tienen un pequeño impacto, pero lo tendremos que analizar a lo largo del primer semestre del año que viene, cuando tendremos datos más sólidos", dice. El coordinador de la oficina de cribas confía que el impacto se note relativamente poco en las lesiones premalignes, que tienen una evolución larga y por lo tanto hay más margen.

El infradiagnòstic del cáncer en los últimos meses se sitúa alrededor del 21 % -un dato facilitado por la directora del CatSalut, Yema Craywinckel, en una entrevista anterior- y es una de las secuelas que más preocupa de la pandemia. Ahora bien, este porcentaje varía mucho según el tipo de cáncer y según indicó Craywinckel, se han diagnosticado más casos del de mama.

Espinàs anima a participar en las cribas y destaca que en cada momento se han tomado las medidas covid-19 necesarias. Una vez se retomaron las invitaciones, se han ido recuperando las tasas de participación. El 65 % de las mujeres que son invitades se hacen una mamografía en el marco de la criba, que permite detectar cada año unos 1.200 casos de cáncer de mama entre invasivos y no invasivos -lesión preneoplàstica-. En la criba de cáncer de colon y recto, el seguimiento es más bajo, alrededor del 45 %, una cifra que Salud espera que vaya subiendo en los próximos años, puesto que el despliegue del programa se completó a Cataluña a finales del 2019. La detección precoz permitió diagnosticar unos 630 casos de cáncer de colon aquel año.

 

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