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Estar en forma física no solo es bueno para el cuerpo, sino que también tiene un impacto positivo en la salud mental, especialmente en niños y adolescentes. Esta es la conclusión de un estudio innovador que ha examinado los datos de casi dos millones de jóvenes a Taiwán, confirmando los beneficios de la actividad física en la prevención de trastornos cómo la ansiedad, la depresión y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
El estudio, publicado a la revista médica especializada JAMA Pediatrics, ha analizado los datos de niños y niñas de 10 y 11 años, siguiéndolos durante un periodo de tiempo mediano de seis años, hasta que tenían entre 16 y 17 años. Utilizando pruebas nacionales de aptitud física y una base de datos de salud, los investigadores han establecido una correlación entre el rendimiento físico de los estudiantes y la incidencia de trastornos mentales.
Los resultados del estudio son reveladores. Una mejora en la condición cardiovascular, la resistencia y la potencia muscular se asocia con una reducción en el riesgo de trastornos mentales cómo la ansiedad, la depresión y el TDAH. Los indicadores concretos incluyen una disminución en el tiempo para correr 800 metros, un aumento en el número de abdominales por minuto y una mayor distancia en los saltos de longitud.
Por ejemplo, se encontró que una reducción de 30 segundos en el tiempo de correr 800 metros estaba relacionada con menos riesgo de ansiedad y TDAH en chicas, y menos ansiedad en chicos. Además, un aumento de 5 abdominales por minuto se asoció con una menor incidencia de ansiedad y TDAH en chicos, y una menor depresión y ansiedad en chicas. Aumentar la distancia del salto de longitud también mostró beneficios similares en la reducción de los trastornos mentales.
Correlación entre rendimiento académico y físico
Además, el estudio reveló una correlación entre el rendimiento académico y físico, destacando que los estudiantes con mejores niveles de condición física también tenían una menor incidencia de trastornos mentales. Esto sugiere que los programas de aptitud física podrían ser una estrategia eficaz para prevenir los problemas de salud mental en este grupo de edad.
A pesar de que el estudio ha analizado los datos hasta el 2019, se ha tenido en cuenta la influencia de factores cómo el sexo y los ingresos familiares en los resultados. Sin embargo, se recomienda una investigación más detallada para comprender mejor cómo los programas de aptitud física pueden ser implementados como medida preventiva en trastornos mentales en niños y adolescentes.
Así pues, este estudio pone de manifiesto la importancia de fomentar la actividad física entre los jóvenes no solo para su salud física, sino también para su bienestar mental, proporcionando una vía prometedora para abordar los problemas de salud mental desde las edades más tempranas.
Fuente: ccma.cat/324
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