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Médicos de Valle de Hebron proponen recoger los niveles de exposición a la polución a la historia clínica de los pacientes
El presidente de la Comisión de Salud y Medio ambiente de Valle de Hebron, Jordi Bañeras, lideró un estudio hace unos años que demostró que los días de más contaminación se producen más ataques de coro graves. "La relación es clara", recuerda a la ACN con motivo del Día Mundial del Medio ambiente, este lunes. La investigadora Maria Jesús Cruz también advierte de un incremento de dolencias respiratorias y de sus síntomas, cómo el asma, así como otras patologías. "No hace falta más evidencia para demostrar que la contaminación es perjudicial, el que hace falta es tomar medidas", dice Bañeras, que propone incorporar una asignatura de salud y medio ambiente a las carreras sanitarias y recoger la exposición a la contaminación a las historias clínicas de los pacientes.
El doctor Bañeras, adjunto del Servicio de Cardiología de Valle de Hebron, alerta que no se está tratando la contaminación cómo un factor de riesgo de muchas dolencias y lo compara con la percepción que la sociedad tenía del tabaco hace 50 años, cuando el consumo no parecía nocivo y ahora, en cambio, nadie lo cuestiona. "Estamos un poco en esta fase. Créete que la contaminación es mala", interpela la sociedad este cardiólogo, que añade: "Tenemos suficiente evidencia, ahora falta integrarla".
La doctora Maria Jesús Cruz, cocap del grupo de Investigación en Neumología del Valle de Hebron Instituto de Investigación (VHIR), también deja clara esta relación de la contaminación y la salud: "Absolutamente. Hay evidencia científica que estar en un ambiente contaminado incrementa el riesgo de dolencias y también sus síntomas". La doctora Cruz advierte que el riesgo de la contaminación es "muy evidente" en los niños, puesto que su cuerpo está en pleno desarrollo, y también están especialmente vulnerables las embarazadas y las personas grandes.
Más riesgo de depresión, cáncer o dolencias intestinales
Con motivo del Día Mundial del Medio ambiente, el 5 de junio, Valle de Hebron ha montado al vestíbulo del hospital general un panel informativo, donde indica varias dolencias o afectaciones en la salud en que la contaminación es un factor de riesgo.
La lista es larga:
- depresión
- accidentes cardiovasculares
- infarto de miocardio
- arrítmia
- dolencias autoimmunitàries
- cáncer de pulmón
- infecciones respiratorias
- dolencia pulmonar obstructiva crónica
- asma
- déficits olfativos
- síndrome metabólico y diabetes
- dolencia inflamatòria intestinal
- hipertensión arterial
- osteoporosis
- fertilidad reducida
- arteriopatia periférica
- rechazo a los trasplantes.
En las embarazadas, la contaminación incrementa el riesgo de preeclàmpsia, de parto prematuro del bebé, peso bajo al nacer y malformaciones congénitas.
Un estudio impulsado por Valle de Hebron que se publicó el 2017 demostró que los días con más polución en el área metropolitana de Barcelona se producen más infartos con elevación de la ST -los ataques de coro más graves-; más casos de fibrilación ventricular y más mortalidad por infarto. "Los días de más contaminación, hay más ingresos por dolencias cardiovasculares, respiratorias o digestivas y este es un hecho replicado a muchas ciudades en los últimos años", destaca Bañeras, que también es investigador del VHIR, del grupo de investigación en Dolencias Cardiovasculares.
Los retos: trasladar la evidencia al día a día
La Comisión de Salud y Medio ambiente de Valle de Hebron trabaja para llevar la evidencia científica a la práctica, al día a día. Uno de sus retos es concienciar población y sanitarios y, con este objetivo, Bañeras subraya la necesidad que los currículums de los estudios del ámbito de la salud incluyan una asignatura centrada en el medio ambiente y los efectos que tiene sobre la población. "Como sanitarios, si estamos haciendo el mejor para la vida y salud de la población, la contaminación es un factor implicado y, por lo tanto, tenemos que estar informados y tener herramientas para dar recomendaciones específicas", asegura este cardiólogo. En este sentido, apuesta por la creación de unidades dentro de los hospitales formadas por otros profesionales del ámbito, cómo ambientólogos o biólogos.
Otro reto es conseguir que la contaminación se vea cómo un factor de riesgo de dolencias y que, por lo tanto, se incluya en las historias clínicas de los pacientes, del mismo modo que se recogen otros factores cómo, por ejemplo, si el paciente fuma o tiene hipertensión. "El reto es ver qué porcentaje de exposición tienen -los pacientes- a la contaminación", señala.
El tercer objetivo de la comisión es dar indicaciones para ayudar la población y, en este sentido también, asesorar los políticos. Bañeras explica que algunos pacientes preguntan si pueden hacer deporte al aire libre durante picos de contaminación o si es mejor que anden por un lugar u otro, según los índices de polución. Ante estas preguntas, el doctor señala que no se puede tratar a todo el mundo igual: "Tenemos que individualizar y la comisión está buscando de qué manera la evidencia científica se puede transmitir a cada persona".
Mensaje a los políticos: "La contaminación nos pasa factura"
Bañeras defiende la necesidad de tomar medidas urgentes para reducir la contaminación porque beneficiaría toda la población: "Si se posan medidas, hay dolencias que se reducirán, tanto la morbilidad cómo la mortalidad". Pero diseñar políticas, puntualiza, no corresponde a los sanitarios. "El que sí que nos corresponde es informar los políticos y decir que la contaminación nos pasa factura a nivel de salud y económico", remarca.
coincide la doctora Cruz: "Las grandes acciones corresponden a la política. La evidencia científica está. Y el que tengo claro es que, si no actuamos, este es el gran problema que afronta el mundo actualmente".
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