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Conducción y medicamentos: peligrosa combinación

Hay fármacos la ingesta de los cuales es absolutamente incompatible con la conducción de un vehículo

Los medicamentos en sí mismos no son enemigos de la seguridad viaria siempre que se consuman de manera responsable. Sin embargo, hay fármacos la ingesta de los cuales es absolutamente incompatible con la conducción de un vehicle.la Unión Europea exige desde 1992 que los medicamentos se clasifiquen en tres categorías según su capacidad para alterar la conducción: Presumiblemente seguro; Produce efectos adversos leves o moderados; o Produce efectos adversos graves o potencialmente peligrosos.

En la lista de los fármacos del tercer grupo se encuentran los ansiolítics, antidepresivos o antipsicòtics, entre otros. Muchos de ellos pueden producir somnolencia, confusión, alteraciones visuales, pérdida de reflejos, euforia… en definitiva, reducen las capacidades para conducir, lo cual supone un peligro tanto para su seguridad cómo para la del resto de usuarios de la vía.

Las señales de alarma que nos pueden hacer pensar que el medicamento que tomamos interfiere en nuestra conducción son:

  • Aparición de visión borrosa o doble.
  • Dificultad para concentrarse o permanecer alerta.
  • Sorpresa ante acontecimientos habituales del tráfico (p. ej. frenada ante un stop o semáforo en el último momento).
  • Dificultad para recordar cómo se ha conseguido el destino.
  • Dificultad para mantener una trayectoria recta.
  • Frecuentes invasiones de la calzada contraria o conducir por el centro de la carretera.

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