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Cómo reducir la sensación de barriga hinchada después de hacer abusos

Algunas recomendaciones que puedes seguir para evitar tener la barriga hinchada y el malestar que supone.

El verano es una época que, a menudo, nos llevamos a exceso. El ambiente festivo, las terrazas y las vacaciones hacen que muchos de nosotros abandonamos, aunque sea momentáneamente, nuestras rutinas saludables. Estos excesos pueden comportar, entre otras cosas, una inflamación de la barriga. La inflamación, que puede ser puntual o crónica, tiene en la dieta un aliado o un enemigo, dependiendo del que comemos. Según Leyre López-Iranzu, nutricionista de la Clínica FEMM, el tipo de alimentos que incluimos a nuestra dieta puede ayudar a paliar estos efectos o agravarlos. Esta vinculación entre dieta e inflamación se explora en profundidad en un informe de la Universidad de Harvard, que posa èmfasi en cómo los alimentos afectan nuestras bacteries digestivas y la manera cómo estas pueden influir en la inflamación.

Con el auge de las 'dietas antiinflamatòries', es esencial no dejarse engañar por tendencias sin cimiento científico. Este tipo de dieta no tendría que ser visto como una solución temporal, sino como un estilo de vida. No hablamos de restricciones, sino de incluir alimentos que promuevan una buena digestión, reduzcan la inflamación y aporten la energía necesaria. Para lo cual, se tienen que priorizar los productos frescos, ricos en antioxidantes, fibra, minerales, omega 3 y vitaminas.

A la hora de combatir la inflamación, especialmente después de los excesos de verano, algunos alimentos son clave:

  1. Frutas y verduras de temporada: Estas son ricas en antioxidantes y fitonutrients. Alimentos como las cebollas, la cúrcuma, las cerezas, las uvas rojas y las verduras de hoja verde son especialmente beneficiosas.

  2. Pez: Especialmente el moratón, como el salmón o la sardina, rico en ácidos grasos omega 3 con propiedades antiinflamatòries.

  3. Grandes enteros: Como por ejemplo la quinoa o el arroz integral, que aportan fibra y tienen un índice glucèmic más bajo.

  4. Frutos secos y entonces: Las almendres, las nueces o las entonces de lino son ricas en grasas saludables y propiedades antiinflamatòries.

  5. Especies: La cúrcuma, el jengibre o la canela son especialmente recomendables.

  6. Tiene verde: Una bebida rica en antioxidantes que ayuda a reducir la inflamación.

Tan importante como saber qué incluir es saber qué evitar. Alimentos ultraprocessats, bebidas azucaradas o con altos contenidos de grasas trans tienen que ser consumidos con moderación. Estos no solo aumentan la inflamación, sino que también dificultan su prevención.

Finalmente, recordáis que un estilo de vida saludable implica equilibrio. Uno excess puntual no tiene que ser motivo de angustia, pero sí un recordatorio para volver a buenas prácticas alimentarias.

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