Agua de mar, mitos y realidades.
Agua de mar, mitos y realidades.

Paula Saez

Agua de mar: beneficios, mitos y realidades para la piel

El verano ya llegado y por este motivo os explicamos los beneficios reales del agua de mar por nuestra piel y los mitos que rodean a este recurso de la natura.

Con la llegada del verano, es el mejor momento para ir a la playa, ya sea para pasear por la orilla del mar o para bañarnos y disfrutar del agua de mar y sus beneficios. Todavía así, hay muchos mitos que rodean este tema y nos pueden engañar cuando leemos al respeto. Por este motivo, en este artículo encontraréis una diferenciación entre los beneficios que han sido contrastados por expertos y médicos y aquellos que han sido inventados por individuos y que, con buena o mala intención, han contribuido a extender falsedades.

Por otro lado, una parte ligada estrechamente a ir a la playa y disfrutar del agua de mar es tomar el solo. Recordamos que tenemos un artículo al respecto a la web en el que explicamos que, debido a la situación de confinamiento por la que hemos pasado, nuestra piel no se ha podido adaptar de forma natural a la llegada del verano. Por este motivo, tenemos que ir con más cura que nunca y protegernos correctamente a la hora de tomar el sol de cara a evitar enfermedades graves como un posible cáncer de piel.

Beneficios principales que nos aporta

El agua contiene elementos vitales presentes en el cuerpo humano, como minerales, oligoelementos, aminoácidos e incluso vitaminas. También es rica en microorganismos que producen sustancias antibióticas, antimicrobianas y antibacterianas, además de servir como exfoliando natural y para ayudar a eliminar las toxinas de la piel. Tiene grandes propiedades antisépticas, así que es muy útil en la curación de heridas menores, cortes, erupciones y abrasiones.

Algunos mitos que rodean al agua de mar

  • Nadar más tiempo aumenta los beneficios que nos aporta: una mentira extendida, puesto que el tiempo recomendado de los baños al mar se de unos 10-15 minutos.
  • Cuánto más caliente esté, peor: no se necesariamente cierto, puesto que la temperatura no se un factor determinante a la hora de obtener los beneficios que el mar nos puede aportar. Todavía así, tiene que tener en cuenta que el agua fría ayuda a retardar los latidos de nuestro corazón, mientras que el agua caliente los intensifica ligeramente.
  • No lavarnos la sal después de bañarnos: uno de los mitos es que es recomendable dejar la sal que nos queda a la piel después de bañarnos. Al contrario de la realidad, puesto que lo mejor se pasar por la ducha de agua dulce para limpiarnos y evitar que se nos sequen los cabellos y la piel sufra.
  • Las piscinas saladas y los baños de sal de mar son comparables a nadar al mar: fuera de su entorno natural, el agua tan sólo conserva sus propiedades beneficiosas durante 24 horas. Por lo tanto, bañarse en agua de mar a la piscina sólo puede ser útil si se cambia cada día.

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