Visitar el dentista de muy pequeños, necesario.
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Visitar el dentista de muy pequeños, necesario.

La ortodoncia infantil, más vale prevenir y confiar en los profesionales

Los niños tienen que ir al dentista desde el primer momento que aparecen los dientes; y MónBlanc explica el paso a paso por una buena salud bucal de los más menuts.

La salud bucodental de los niños siempre genera dudas entre los padres y madres. Cuando se tiene que llevar un pequeño al dentista? La respuesta correcta es que desde el primer momento que tiene dientes, porque necesitará cuidarlas cómo hacemos los adultos. A MónBlanc, especialistas en tratamientos para los niños, trabajan para ofrecer visitas sin dolor, que evitan experiencias traumáticas y permiten que el miedo al dentista no exista desde un primer momento. Y todo con la voluntad de ofrecer soluciones personalizadas para cada caso.

Una primera visita para planificar

Los expertos señalan que el más normal es que alrededor de los cinco o seis años es una buena edad para empezar a valorar posibles problemas de crecimiento òssi, malposicions dentales y maloclusions, cómo por ejemplo mordidas cruzadas, puesto que no todos los niños cambian los dientes al mismo tiempo ni crecen igual de rápido. Una visita en estas edades permite estudiar posibles problemas futuros y tener una idea de qué necesidades habrá que cubrir.

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Máxima confianza

Por qué es importante una visita pronto?

Una visita pronto permite hacer tratamientos interceptius que pueden ayudar a la resolución final, a tener una previsión de cómo evolucionará la boca del niño y a listar la prioridad de las actuaciones que habrá que llevar a cabo en cada caso. Y es que la mayoría de los problemas enmendados cuanto antes se detecten más fáciles serán de sol·lucionar, siendo mejor por el paciente. O el que es el mismo, si algunas de estas intervenciones se hacen más tarde, se necesitan actuaciones extra para conseguir el mismo resultado, si es que se puede lograr. En definitiva, cuanto más temprano, mejores resultados.

No, nos 'had 'esperar a que l'niño cambie de dientes

Uno de los errores más comunes entre los padres y madres es pensar que cómo que los dientes que tienen no son definitivas, no hay que ir al dentista. Esto no es así: los dientes de leche se tienen que cuidar, para evitar molestias a los más pequeños y porque pueden generar problemas que afecten a las definitivas. Además, si esperamos a que tengan todos los dientes cambiados, por ejemplo a los 14 años, llegamos un poco tarde a la hora de tratar problemas esqueléticos asociados con el potencial de crecimiento del niño. Si los coges a tiempo puedes estimular el desarrollo de los maxilars para ir ganando espacio para los futuros dientes y evitar así otros problemas derivados, cómo las malposicions dentales o los apinyaments. Trabajas con previsión y evitas actuaciones posteriores.

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Tratamientos personalizados para cada caso

Y qué duración tienen los tratamientos?

Cómo en todo el mundo de la ortodoncia, tratar un niño supondrá adaptarse a sus necesidades. Si tienen un problema de paladar estrecho, relacionado con los òssos, seguramente se necesitarán visitas cada seis meses para poder controlarlo, seguir con un tratamiento específico y hacer una última intervención cuando ya tenga todos los dientes definitivos, consiguiendo un resultado más predecible y establo a largo plazo. Primero, por lo tanto, es trata de adecuar la estructura de la boca porque los dientes tengan su espacio y después, poder hacer el tratamiento de ortodoncia porque todo esté a lugar y de forma equilibrada.

Los tratamientos tienen periodos diversos y siempre dependerán de cada caso individual. El tipo de maloclusió, si se ha hecho una actuación previa, la propia evolución del paciente que irá marcando el camino y que habrá que ir corrigiendo... La ortodoncia es uno de los tratamientos más personales que se pueden llevar a cabo en una clínica dental, por eso no se puede dar una duración estimada generalizada. El que sí ha cambiado es el sistema de control, donde actualmente con visitas cada dos meses ya es suficiente, incluso se puede ir comprobant la evolución mediante un escáner intraoral, que viene a ser cómo una cámara de fotos pequeña, que digitaliza toda la boca del niño creando un modelo virtual inicial que se va comparando durante el resto del tratamiento con nuevos escaneados.

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Mónblanc

Y de l'ortodoncia invisible?

Invisalign es el referente en ortodoncia invisible, y a pesar de que inicialmente solo se podía usar en adultos, actualmente también podemos trabajar con los niños. Cómo ya hemos dicho con el escáner intraoral conseguimos un modelo virtual, que se trabaja individualmente para diseñar una oclusión favorable y guiar el crecimiento òssi. Un golpe aceptada la propuesta, el sistema genera una serie de alineadors que se tendrán que ir cambiando periódicamente hasta conseguir el resultado esperado. Como principal ventaja hay que destacar que este sistema permite sacar los alineadors para comer, cosa que facilita la higiene, reduciendo el riesgo de caries y posibles urgencias mecánicas, cómo fracturas de aparatos o brackets saltados. Esto si, es un sistema que requiere el 100 % de colaboración de los niños y de los padres puesto que son los responsables de posar y sacar el alineador.

MónBlanc trabaja con todas las opciones de ortodoncia existentes, cuenta con un sistema de pago adaptado a todas las necesidades y saben el que es acompañar de manera correcta a los más menuts en cualquier de las soluciones bucodentals que necesiten.

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