Voluntarios para dar una nueva vida a la gente mayor

La residencia Sant Josep ofrece a sus residentes un abanico de actividades que van más allá del simple alojamiento y asistencia. Gracias a la colaboración de diferentes entidades y centros educativos, los residentes pueden disfrutar de actividades que los ayudan a mantenerse activos físicamente y mentalmente, así como a socializar con otras personas y a expresar sus emociones.

Una de las actividades más populares entre los residentes es la paseada en bicicleta, que se lleva a cabo con triciclos eléctricos especialmente adaptados para personas con movilidad reducida. Esta actividad es posible gracias a la colaboración de la Fundación Iluro y la asociación En Bici sin edad, que proporcionan los triciclos y personas voluntarias que los conducen.

Además, la residencia ofrece un taller de artteràpia dirigido por Anna Santos, una vilassarenca que imparte clases de pintura cada viernes. A través de este taller, los residentes pueden expresar sus emociones y sentimientos mediante el arte, a la vez que fomentan su imaginación, autoestima y comunicación. Esta actividad también tiene una finalidad social, puesto que fomenta la interacción entre los residentes y los ayuda a establecer relaciones de amistad.

Otra actividad que se organiza a la residencia es la relacionada con la interacción intergeneracional. Alumnos de institutos diferentes de la zona se han ofrecido voluntariamente para acompañar los residentes de la residencia en salidas y otras actividades conjuntas. Esta iniciativa ha sido un éxito rotundo, puesto que ha permitido a los jóvenes ampliar su círculo social y conocer gente diferente, mientras que a los residentes los ha dado la oportunidad de socializar con personas jóvenes y de mantenerse activos físicamente y mentalmente.

Para completar la gamma de actividades, la residencia Sant Josep cuenta con otros servicios que ayudan a los residentes a mantener una vida llena y activa. Entre ellos, destacan los voluntarios de la Fundación Hospital, que ofrecen acompañamiento acreditado, y el servicio de psicología que funciona cada jueves para ayudar a residentes y familias en el proceso de adaptación. Todas estas actividades y servicios hacen de la residencia Sant Josep un lugar donde los residentes pueden sentirse muy atendidos y, al mismo tiempo, disfrutar de una vida llena y activa.