El porno en la adolescencia: la mitad han visto antes del 12

El consumo de pornografía entre adolescentes ha sido objete de estudio en una investigación de la Diputación de Barcelona que revela datos sorpresivos sobre esta práctica entre los jóvenes de 4t de ESO. La encuesta, realizada a 30.650 estudiantes de 90 municipios de la provincia de Barcelona, ofrece una radiografía del uso del porno entre los jóvenes, con resultados que posan de manifiesto diferencias notables entre los géneros y motivos varios detrás de este comportamiento.

De entrada, se constata que una mayoría significativa de alumnas de 4t de ESO, un 57 %, han visto pornografía en algún momento de sus vidas. Sorprendentemente, la mitad de ellos ya ha accedido antes de llegar a los 12 años. Esto refleja una exposición cada vez más temprana a contenidos sexuales explícitos.

Pero es cuando se desglosan los datos por géneros que las diferencias se vuelven más evidentes. El consumo de pornografía entre adolescentes es casi el doble entre los chicos que entre las chicas. De los que han consumido pornografía, un 25,2 % de los chicos lo hace de manera habitual, en comparación con solo el 7,5 % de las chicas. Además, hay un pequeño porcentaje, un 3,6 % de los chicos y un 2 % de las chicas, que admiten un consumo excesivo.

El estudio también revela que las motivaciones detrás de la visualización de pornografía varían. Los chicos la consumen principalmente para satisfacer el deseo sexual, en un 66 %, mientras que las chicas lo hacen por razones más diversas, como la curiosidad (45 %) o para aprender (47 %). Solo una pequeña fracción de jóvenes la consumen por influencia de los amigos (2,6 % de los chicos y 4,9 % de las chicas).

Un aspecto relevante es la edad a la cual estos adolescentes tienen su primer contacto con la pornografía. Casi la mitad de ellos, un 47,5 %, ya han visto pornografía antes de los 12 años, con un 14,5 % que lo ha consumido antes de los 10 años. Esto plantea la necesidad de abordar este tema y ofrecer educación sexual más temprana y efectiva.

Hay que destacar que, a pesar de esta exposición creciente a la pornografía, esta no es la principal fuente de aprendizaje sobre sexo para los adolescentes. Las amistades y el instituto todavía juegan un papel crucial en la adquisición de conocimientos sobre este tema. La familia también influye, sobre todo en el caso de las chicas, a pesar de que los chicos aseguran haber aprendido más a través de Internet y las redes sociales.

Diferencias no vinculadas al nivel socioeconómico

Los resultados de la encuesta también muestran que las diferencias en el consumo de pornografía no están vinculadas al nivel socioeconómico de los estudiantes, sino más bien en su origen, con una mayor prevalencia en el alumnado autóctono en comparación con los estudiantes inmigrantes de primera generación.

Este estudio, que ha sido realizado por la Diputación de Barcelona, aporta una visión crucial de cómo los adolescentes se acercan a la pornografía y como esta práctica puede influir en su educación sexual y su desarrollo. Los resultados posan de manifiesto la importancia de abordar esta cuestión desde una perspectiva educativa y abren la puerta a la promoción de la educación sexual y la información sobre la pornografía como herramientas esenciales para una adolescencia saludable y responsable.