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El Aerofòbia o el miedo a volar

El miedo a volar puede ser muy habitual y puede generar unos miedos enormes. Explicamos cómo se puede superar.

El Aerofòbia puede definirse cómo el miedo irracional a viajar en avión, una fobia bastante común que afecta aproximadamente 1 de cada 3 personas. El Aerofòbia se manifiesta por varios motivos y no todos tienen que ver con el miedo al hecho que el avión se estrelle. Algunos de los más comunes son:

  • Miedo a un fallo mecánico o un error de los pilotos.
  • Miedo a estar cercados (claustrofobia) y saber, que de querer salir por un ataque de ansiedad, no podrán.
  • Vértigo o miedo a la altura.
  • Miedo a las turbulencias, así como a los fenómenos meteorológicos adversos durante el vuelo (lluvia, nieve, relámpagos...)

Por lo tanto, la fobia no suele estar provocada por una sola causa, sino que se debe de a una combinación de factores. Los síntomas que se sufren con el Aerofòbia, son entre otros: malestar general, temblores, problemas de respiración, irritabilidad, sudoración, diarreas y problemas gastrointestinales.

La parte positiva, es que, como cualquier otra fobia, la Aerofòbia puede superarse. Algunas de las técnicas que podemos utilizar son:

  • Aprender a controlar la respiración y practicar la meditación y el yoga (pueden ayudar a reducir la ansiedad y proporcionar una sensación de calma)
  • Buscar información sobre el funcionamiento de un avión para entender los comportamientos de este durante un vol.
  • Entender que el avión es el medio de transporte más seguro y que hay más probabilidad que nos caiga un rayo de que la aeronave se vea implicada en un accidente.
  • Distraernos durante el viaje, ya sea leyendo algún libro, viendo alguna película en el móvil o hablante con algún pasajero.

Si no conseguimos superarlo por nosotros mismos, puede ser el momento de acudir a un terapeuta porque pueda ayudarnos. En el tratamiento psicológico, se suelen utilizar técnicas como la hipnosi aunque lo más recomendable es realizar la terapia cognitiva-conductual, que consiste básicamente a exponer a la persona a la situación que le genera fobia de manera gradual porque pueda ir controlando la situación despacio. Otra manera de tratar el miedo es a través del uso de medicamentos para disminuir la ansiedad. Los medicamentos como las benzodiazepines pueden ayudar a aliviar los síntomas, pero no tienen que administrarse nunca sin la prescripción de un médico.

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