Las vistas siempre son el mejor de un paseo como este a Mata
Las vistas siempre son el mejor de un paseo como este a Mata

Cugat Comas

Paseo por Mata: la montaña fundacional de Mataró

Hacer la vuelta por el carenado desde el cerro de Onofre Arnau hasta Sant Martí es típico y tópico: es un lugar con historia y una de las excursiones-paseo más clásicas

Mataró viene de Mata. El nombre de la ciudad, la preeminencia del municipio, incluso la iconografía que se recoge heráldicamente al escudo local. Hay muchos elementos para considerar el vecindario de cerros modesto (como cerro es más bien poca cosa, seamos claros) y todos sus elementos algo similar a la condición de montaña fundacional de Mataró. Esta parte más histórica, de aprecio heredado, hace pinza ahora con esta tendencia a redescubrir la natura que nos rodea y las potencialidades del espacio verde del propio municipio. Nos han tenido que cerrar perimetralmente para saber qué tenemos y que dejamos de tener, en nuestra ciudad.

Vamos a Mata, pero, que es el que nos ocupa. Vamos a Mata porque tiene historia y porque tiene rincones, espacios diferentes y un equívoco histórico. Mata es el cierre al norte de la ciudad, perfectamente delimitado a nivel de carena pero de extensión extendida, de forma que el nombre (que cómo decimos en catalán "hace la cosa" bautiza pleno de elementos orográficos diferentes. Se le dice Cerro de Mata al Cerro de Onofre Arnau, el que culmina la mejor vista sobre la ciudad a la orilla del mar y sobre todas las Cinc Sénies ya allá era donde se levantaba poderoso el Castillo de Mata, el de más importancia de la ciudad. Una fortificación histórica, que de haberse conservado o haber querido hacer más investigación histórica y arqueológica, quien sabe si podríamos haber tenido nuestro propio Burriac. Capgrossades a través de los siglos, las nuestras.

Se le dice de Mata a la carretera que dirige a Llavaneres, como alternativa al tragí de la Nacional y el peaje pronto caduco de la autopista: una colección de curvas conocidas, apreciados y detestados a partes iguales por los que van, por los que venden e incluso por los jabalíes que la cruzan cuando se los mujer la hambre.

Y también es Mata el cerro más insertado en la cordillera pre-litoral (lo de Onofre Arnau parece muy bien una seta orográfica) por el que desde Mataró, para hacerlo fácil, podremos ir por las Cinco Norias o, también, por Vallveric. Yendo a Mata no sólo estamos yendo a la raíz del nombre de Mataró (que proviene de la fusión de Mataró y Alarona) sino que es la cosa más normal del mundo que bueno y que la altura sea de andar por casa notamos que la pendiente va tirando. El cerro que acoge dos ermitas con dos dedicatorias, Santo Miquel y Santo Martí. Si queremos hacer la excursión con vuelta diferente (en bici, corriendo o andando, todos estos senders son zona altamente healthy o deporte-friendly o el apellido anglosajón que se le quiera decir para hacerse el finolis) podemos ir por un lado o volver por la otra.


"Xino xano", 12 kilómetros la mar de fáciles

  • Por el camino de las Cinc Sénies
    El camino de las Cinc Sénies se ha convertido, especialmente los fines de semana, en un tipo de nueva Rambla o Riera de la ciudad. Mucha gente va y viene pero es genial para iniciar la caminata avanzando entre campos labrados.
  • Arriba hasta el Cerro de Onofre Arnau
    Antes de la segunda giragonsa del camino hacia la derecha, más hacia mar, es normal que nos preguntamos qué carai está esquivando este sender. Buen aviso para desviarnos arriba y coger pendiente hasta llegar al Cerro de Onofre Arnau o Cerro de Mata.
    Les vistes, com aquesta des del Turó d'Onofre Arnau, són un dels grans estímuls de la caminada

    Las vistas, como esta desde el Cerro de Onofre Arnau, son uno de los grandes estímulos de la caminata

  • La mejor panorámica de Mataró
    El mejor balcón sobre Mataró es la panorámica sensacional que se viene desde arriba del Cerro de Onofre Arnau. Vale la pena encaramar-se , contemplar el mosaico agrario de las Cinco Norias y la extensión de la ciudad, con el mar haciendo un tipo de línea que la perspectiva dibuja en diagonal. Buen gusto tenían, los antiguos señores de Mata, que escogieran de instalarse aquí.
    El pont sobre l'autopista

    El puente sobre la autopista

  • Por el camino de Mata, cruzamos la autopista
    Del propio camino del Castillo de Mata sale un camino que no tiene pérdida que nos irá guiando hacia Santo Miquel y Santo Martí. Para cruzar la autopista y dejar atrás el asfalto hay un puente después del cual, además, tenemos el trozo de adoquines menos urbano de la ciudad. Los amantes de la Roubaix y otras clásicas ciclistas se sorprenderán gratamente.
    Un tros digne de la Volta a Flandes

    Un trozo digno de la Vuelta a Flandes

  • Diferentes caminos por un mismo cerro
    A medida que vamos subiendo, hay diferentes caminos que bordean antiguas casas y propiedades y que venden todas a converger allá mismo. Se puede ir más por el derecho y bordear y si echamos de bicicleta sin ser unos gamos valdrá la pena que evitamos según qué camino que el curso del agua ha convertido en quizás demasiada técnicos. La pendiente no es en ningún momento emprenyadora.
    Sant Miquel de Mata

    Santo Miquel de Mata

  • Santo Miquel anticipa el último trozo
    Santo Miquel de Mata, primera de las dos ermitas de la ruta nos esperará y nos puede dar un reposo si hace falta. Podemos mirarnos la ermita e incluso adivinar las gallinas que, a la finca, proveen huevos ecológicos y de proximidad de uno de aquellos proveedores que haremos bien de buscar al mercado.
    Sant Martí ja es veu

    Santo Martí ya aparece

  • Arriba, hasta que Santo Martí saque la cabeza
    Las vistas sobre Mataró quedan como escondidas por la perspectiva y en algún momento, por allá Can Flaquer, nos puede parecer que quizás Santo Martí no llega nunca. Es momento de esperar que aparezca, como tímido, la parte alta de la pequeña ermita y sabremos que la subida está a punto de acabar.
  • Desde Mata no se ve Mataró
    Aprovechamos la repuesta (y la buena sombra, si es que el día es assoleiat) para mirarnos Santo Martí de Mata. Cuando la vida no era pandèmica, el domingo posterior al 11 de noviembre todavía se hacía encuentro. Desde arriba de Mata, y ya es curioso, prácticamente no vemos Mataró. Quizás que bajamos hasta que se nos aparezca.
    Ermita de Sant Martí de Mata

    Ermita de Santo Martí de Mata

  • Si quisiéramos, podríamos seguir la vuelta
    Es fácil y no tiene pérdida de ir de Mata a Can Bruguera, sea por la pista más principal o, atención, yendo por un camino que nos enlazará la ruta por tres fuentes, empezando por la de los avellanos y acabando a la de Moreneta. Seguir hasta Can Bruguera y completar la vuelta nos permite hacer la ruta de los cerros, de la que ya habíamos hablado.
  • Hasta el reposo de Santo Bernat o la Madriguera de la Salamandra
    Para completar la vuelta y sumar vistas diferentes, bajaremos por la otra banda con la intención de volver a la ciudad, eso sí. Más por el derecho podemos bajar hasta el reposo de Santo Bernat, que lo Agrupo hizo y que si se sube por Vallveric siempre es de agradecer. Bajando, más a la derecha, también podemos desviarnos al Bache de la Salamandra donde según los meses baja más o menos agua.
    Can Fàbregas, la gran capgrossada

    Can Fàbregas, la grande capgrossada


     
  • Hacia Vallveric, la grande capgrossada
    Si vamos bajando para volver en Mataró y completar un paseo que no llega ni a caminata podemos pasar por Vallveric y sorprendernos de ver la antigua nave industrial de Can Fàbregas y de Caralt troceada y tomando el solo, a trozos medio deshechos. Viene a ser un recordatorio nostrat que volvemos a la civilización y que así como a veces los pájaros hacen cagarades en Mataró hacemos capgrossades.

 

Y entramos a Mataró, habiendo hecho hambre y todo.

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