Un turrón barroco de la mano de Viladomat

Una mano pintada por Antoni Viladomat en uno de los frescos de la Capilla de Dolors. Este es el motivo que ha elegido el artista mataroni Jordi Cuyàs, el artista escogido este año para elaborar el clásico turrón de autor de la Pastelería Uñó. La Capilla, recientemente restaurada, ha acogido este jueves la presentación del dulce navideño, con Cuyàs y Claudi Uñó como creadores.

Cuyàs se inspiró en la Capilla de Dolors después de sufrir el "síndrome de Stendahl" al visitarla

La mano, dibujada en serigrafía sobre un fondo de chocolate blanco, domina el turrón. Cuyàs ha explicado que decidió inspirarse en Viladomat cuando entró a la capilla, el día que se inauguraba la restauración el mes de julio pasado. "Sufrí el síndrome de Stendhal", ha explicado, en referencia a los famosos sudores y taquicardias que el escritor francés sintió al salir de la iglesia de Santa Croce de Florencia a principios del siglo XIX, por labellesa de todo el que había visto. La mirada, ha añadido, se le fijó rápidamente en la mano, que cree que es "la firma" de Viladomat a la capilla. Al turrón, la mano crea el que Uñó ha definido como un "nido barroco".

"Galletas de chocolate"

El pastelero ha sido el encargado de "traducir" el concepto artístc en un dulce navideño al gusto de Cuyàs. Uñó ha recreado el gusto de una merienda clásica, las galets con chocolate, pero con un punto de sofisticación. La receta es un crujiente de praliné con galleta y caramelo con trufat de chocolate negro 72% cacao originario de una plantación de brasil.