Capgròs
Desde el pasado domingo 9 de mayo las restricciones se han aligerado y se puede ir a cenar a bares y restaurantes por la noche, hasta las 23h. Se trata de una buena noticia que muchos ciudadanos catalanes esperábamos para poder empezar a recorrer el camino que poco a poco nos devuelva a una normalidad que añoramos. Esta libertad nos permitirá visitar de nuevo nuestros restaurantes favoritos o descubrir nuevos. Aún así, es probable que todavía pasamos una buena temporada pidiendo comer a domicilio. En relación a esta última idea, a continuación os hablaremos de las llamadas "Cocines fantasma", las cuales están ya presentes en países cómo Reino Unido, Estados Unidos y Alemana y actualmente se encuentran en auge a nuestro país.
Qué son las cocines fantasma
"El concepto de cocinas fantasma, "Ghost Kitchens" o Dark Kitchens, tiene como objetivo crear un restaurante virtual donde no hay un espacio físico para comensales sino que los clientes únicamente pueden ordenar la comida a través de las plataforma de entrega a domicilio cómo Glovo Deliveroo, Justo Eat, Uber Eats, etc", detalla la página web Madrid Ghost Kitchen.
Por supuesto, este restaurante virtual tiene que tener un espacio físico donde se preparan los alimentos, pero la particularidad de las cocines fantasma es el hecho de que no pertenecen a una sola marca o restaurante, sino que se trata de un tipo de coworking pero orientado a la hostelería. La cantidad de conceptos de cada una dependerá del espacio y las condiciones del local en cuestión, además de equipamiento y licencias que tenga cada cocinero o cocinera en su negocio.
Por qué están en auge?
La idea de "fantasma" viene de que en este locales no hay tablas, ni sillas, ni camareros. El distanciamiento social y la reducción de aforos en establecimientos no se aplica, por lo cual han triunfado en grande mesura este último año 2020 y continuarán haciéndolo en el futuro. Este tipo de negocios conjuntos se están popularizando en ciudades españolas como por ejemplo Barcelona o Madrid, puesto que muchos propietarios de restaurantes han decidido optar por este modelo al ver que tener abierta la sala no se los salía lavable debido a las restricciones causadas por la pandemia de la COVID-19.
A la actualidad, ya son centenares de empresas con locales físicos los que están optando por la modalidad virtual para abrir nuevos puntos de ventas o bien para cerrar definitivamente sus locales de cara al público pero mantenerse con su "marca virtual". No es extraño que esta situación se haya acabado produciendo, puesto que el sector de comer a domicilio aportó 2.400 millones de euros a la economía española, de los cuales 600 millones pertenecen a los pedidos por Internet.
Ante la adversidad y el cambio, quienes quieren sobrevivir se tienen que adaptar a las nuevas tendencias para poder continuar con sus negocios, a pesar de que sea de forma compartida y bautizados con términos ingleses que sirven para tapar una realidad preocupante abocada a un futuro incierto.
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