Sangria, la bebida refrescante del verano

La sangria es una bebida muy refrescante, compuesta básicamente de vino y frutas variadas. La palabra sangria proviene de sangre, por su color rojo intenso, y muchos la relacionan a la pasión y al carácter español, por eso no va es una de las bebidas que más nos representa. De hecho, la sangria es una bebida protegida que tan solo puede producirse a España y a Portugal.

Aunque en su elaboración se suele utilizar casi cualquier clase de vino, no hay que escatimar con la calidad de este, puesto que esto afectará, y mucho, a su sabor. En cuanto a las frutas, se pueden elegir las que más nos gusten, mejor si son de temporada y entre las cuales no puede faltar la naranja, el limón ni el melocotón, pues sin ellos, varia también mucho su sabor.

La elaboración de la sangria es muy sencilla, y el tiempo que más invertiremos será a limpiar, pelar y trocear todas las frutas.

Los ingredientes que necesitamos para unas 6 personas son:

• 1 litro de vino
• 75 ml de agua
• 2 o 3 melocotones
• El zumo de un limón
• 2 naranjas
• 2 plátanos
• 1 manzana
• Opcional otras frutas (fresas o peras...)
• 1 rama de canela
• 3 cucharadas de azúcar
• 1 lata de refresco (naranja, limón o gaseosa)- opcional
• Cubitos
• Opcional también un rajolí de brandi, calisay o cointreau.

Preparación:

• El primero que haremos será preparar las frutas tal como hemos indicado anteriormente. Hay personas que prefieren dejar la piel (excepto las del plátano y la naranja), esto es una cuestión de gusto.
• A continuación disolveremos el azúcar en 75 ml de agua caliente.
• Cuando esté todo muy disuelto volcar el líquido en un bol grande e introducir el vino y el zumo de una de las naranjas.
• Remover porque se mezclen todos los ingredientes y a continuación añadir la canela, las frutas y el zumo del limón.
• Dejar macerar y reposar durante al menos 3 horas.
• Antes de servir, si se quiere, se puede añadir la lata de refresco y los cubitos.

CONSEJOS De ELABORACIÓN
Si se decide añadir el refresco, hacerlo al final, antes de servir, puesto que de hacerlo antes el efecto borbollant se diluye.

Los cubitos también se incluirán en el último momento, para evitar que se acabe aigualint la sangria.

Cuando se deje macerant la bebida, tapar el recipiente, así evitaremos la oxidación de las frutas. Sin embargo, si pasa, solo cambiaríamos el aspecto físico de las mismas, pero no afectaría a su sabor.