Peres al vino.
Peres al vino.

Peras al vino, un clásico entre clásicos

Repasamos uno de los postres tradicionales de la cocina de toda la vida.

La cocina de siempre lo es por algo. Las peras al vino son de aquellos postres que van más allá del simple goce gastronómico. Estamos hablando de algo más. Estamos hablando de una elección que te transporta directamente al mundo de la liturgia, y cuando entras en el mundo del culto y de la tradición la cosa ya se posa seria. Quien no ha reservado mesa a su restaurante del viernes de cada mes pensante ya en las peras al vino de los postres? Muchos diréis: “Yo.” Pues no sabeo lo qué os perdéis. Pero no pasa nada porque, sea como fuere, las peras al vino también se pueden hacer en casa. Os lo explicamos de manera resumida: Pelamos la cantidad de peras requerida y las posamos dentro de una olla. Abocamos el vino (negro, medio litro) y lo empezamos a calentar. Ni fuerte ni flojo, un fuego normal. añadimos unos 50 gramos de azúcar y lo removemos. Aquí es importante hacerlo con relativa delicadeza, no fuera caso que de la emoción dejáramos las peras más trinchadas que la junta de Bartomeu la economía del Barça. A continuación añadimos canela (una rama), cáscaras de naranja y limón, vainilla y anís estrellat.

Las peras se tendrían que cocer unos 25-30 minutos. De vez en cuando las removemos para irlas bañando con el vino de la olla. Después de este rato, fuera bueno comprobar que están hechas pinchándolas con un palo. El punto óptimo sería cuando el palo las puede atravesar hasta el coro. Si son más duras que las piernas de un ciclista, las dejemos un rato más.

Después, cuando ya consideramos que el punto de cocción es el adecuado podemos retirarlas de la olla. A continuación, sería cuestión de reducir el almíbar que queda en el recipiente durante un cuarto temprano. Tenemos que intentar, de todos modos, que no caramelice. Entonces ya lo tendríamos terminado. Sería cosa de hacerlo bonito en el momento de posar la pera al plato de cada cual, con un poco de almíbar, y ya te podremos colocar la estrella que te acredita como maestro de los postres.

Si no os gusta el alcohol, llegados este punto quizás podríais hacer una excepción. De hecho, durante la elaboración de la receta el alcohol va perdiendo sus propiedades y es muy posible que casi no lo podáis apreciar cuando probéis el plato. Dijéramos que, a diferencia otros postres que incluyen bebidas con alcohol, las peras en el vino suavizan y endulzan de manera espectacular su presencia.

Comentarios (1)