Capgròs
Cortar cebolla y llorar al mismo tiempo, suele ser una cosa bastante habitual. La causante de esta irritación ocular es la Alinasa, una sustancia que segrega una molécula llamada Syn-propanotial-S-óxido o propanotial . Afortunadamente existen algunos trucos para evitar pasar un mal rato y que no tienen nada que ver con el consejo que nos daban las abuelas de colocarnos un casco de este vegetal al cabo.
Veamos algunas de las prácticas más utilizadas. Sin duda, por gustos...los colores!.
- El primer consejo de la lista, es uno de los más recomendados por los profesionales que trabajan diariamente dentro de las cocinas. Y es que los chefs siempre aconsejan disponer de un cuchillo muy afilado. Parece una cosa obvia, pero si realizamos cortes netos (evitando destrozar la cebolla) y además, tenemos una técnica de corte que nos permita hacerlo con mayor rapidez, disminuiremos mucho el tiempo de exposición así como la expulsión de los gases, y por lo tanto, estos no nos afectarán tanto.
- Otro que tiene muchos adeptos, es el de extraer el bulbo interior de la cebolla, para ser en esta zona donde reside la mayor parte de la sustancia en concreto.
- Frotar un limón sobre la tabla de cortar antes de empezar a picar la cebolla.
- Meter la cebolla en el congelador al menos 30 minutos antes de empezar a utilizarla.
- En la misma línea del punto anterior, sería el de cortar la cebolla por la mitad y sumergirla en agua fría durante al menos 5 minutos.
- Posar una servilleta mojada en agua junto al lugar donde picaremos la cebolla.
- Encender la campana extractora durante el tiempo de corte. Esta absorbe los gases irritants. También puede ayudar, encender una vela.
- Humedecer el cuchillo en vinagre (ojo con este truco, porque deja sabor en la cebolla)
- Separar la tabla de cortar de la altura de los ojos.
Cómo se puede ver, hay muchas maneras de intentar minimizar las molestias de la cebolla. El mejor es probarlas a pesar de adoptar la técnica que nos funcione mejor a cada uno de nosotros.
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